Un viaje sin retorno

Publicado el 21 marzo 2013 por María Pilar @pilarmore


Cuando la cosecha acaba se va el sudor, pero se instala un dolor en el alma que corta el aliento. Él sabe muy bien que las cuentas no cuadran y que ni la semilla fiada se va a poder pagar. Empeñar ¿qué? Si viste botas agujereadas, pantalones raídos de pana, camisa sin relevo y boina castellana; todo ello uniformado con el color de su piel, color de la tierra agrietada y seca.
Tumbos dio el abuelo trabajando en todo lo que encontraba. Logró que sus hijos fueran a la universidad.  Hoy su nieto emprende el mismo viaje que él hizo hace tantos años. Con el rostro ensombrecido, mirando a su nieto con perplejidad infinita, por fin, se atreve a preguntar:
— ¿Se te olvida algo? Y los dos se funden en un abrazo en el que ocultan sus ojos humedecidos. (Con este microrrelato participo en la Primavera de Microrrelatos Indignados)