Las películas promocionadas por Klinnex se llevaron los premios gordos
La 58 edición del Festival de Cine de San Sebastián se ha despedido dejando una sensación un tanto insípida. Y es que la ausencia de sorpresas, de grandes personalidades, al margen de Julia Roberts y Paul Giamatti o de algunas presencias españolas importantes, y de un cine más comercial y variado, ha provocado que muchos piensen en un descenso de la calidad del evento. Es de suponer que tanto la crisis económica como el Festival de Venecia han hecho mella en él. Habrá que esforzarse más en próximas ediciones, no vaya a ser que termine siendo un Festival de serie B.
Este año, sin duda alguna, ha triunfado el cine dramático y de denuncia social. Neds, el film dirigido por el también actor Peter Mullan (Braveheart, Trainspotting) fue galardonado con la Concha de Oro a la mejor película. Su protagonista Connor McCarron se llevó a la saca la de Plata como mejor actor. El chico interpreta a un adolescente inteligente y sensible cuyo padre es un alcohólico y un maltratador. Nada nuevo. Drama, desgracia y klinnex usados son los ingredientes de esta obra. Yo la verdad es que no soy demasiado partidaria de este tipo de films, ya lloré demasiado con la muerte de Mufasa. Maldita escena…
El Premio Especial del Jurado fue para el film Elisa K. Otro drama centrado en la historia de una niña que con 11 años sufre abusos sexuales por parte de un amigo de su padre. El shock provoca que la chica olvide ese capítulo de su vida. Al cabo de 14 años, la protagonista logra recordarlo todo. Otro reflejo de la desgracia e inmundicia humanas. Dicen que quienes vieron Neds y ésta, tuvieron serias tentativas de suicidio. Ahora se encuentra en terapia de choque viendo películas de Ben Stiller.
El público, al que se le estaba quedando ya una cara más mustia que a Lindsay Lohan cuando le dijeron que la querian para hacer de mona en Machete, supo apreciar la presencia de un poco de comedia en el funeral. Perdón, en el Festival. Y concedió el Premio TCM a la protagonizada por Paul Giamatti, Barney´s Version.Otro que dio alegría al Zinemaldi fue Diego Luna, que recogió el Premio Horizontes Latinos con la película producida por John Malkovich Abel, sobre un niño con esquizofrenia que cree ser su propio padre. Una historia triste tratada con humor.
No hubo sorpresas de última hora. Georgio Nespressono vino a promocionar su última película, The American. Aunque el viaje sólo le hubiera servido para humedecer algunas fajas, porque su film no parece que haya tenido mucho éxito en taquilla y las críticas no dicen gran cosa a su favor. Así que por mucha sonrisita seductora y café rico rico que nos venda, me parece a mí que poco va a convencernos de dejarnos nuestros 8€ en el cine.
Por lo menos han acertado en una cosa, la alfombra negra le ha ido que ni pintada. Yo, personalmente, disfruté mucho más el año pasado, con visitas como la de Robert Duvall y Bill Murray, que presentaron la fantástica Get Low, o Tarantino y Pitt con Malditos Bastardos. Incluso la presencia de películas que, a pesar de resultar una basura para muchos tras verla crearon gran expectación. Fue el caso de El imaginario del Dr. Parnassus.
Con todo, esperemos que esta edición haya sido sólo un pequeño bache en la historia del Festival y que el próximo nos deleite con un cine de mayor variedad, más entretenido y menos dramático. Yo, mientras tanto, voy a ir escribiendo un par de cartas al nuevo director del Zinemaldi para rogar por dos cositas: Una, que la alfombra vuelva a ser roja, que la negra da mal fario, y dos, que no nos traigan a Sandra Bullock.
Fuente: Web oficial del Zinemaldi.