Laila Tajeldine.
Guerra avisada no mata soldado. Esta máxima nos permite entender que debemos prepararnos para el escenario que se está avecinando en el país de cara a los comicios presidenciales. Siempre insistimos, Venezuela es el primer país en el mundo con mayor reserva petrolífera, eso nos hace blanco de los intereses de los Estados Unidos de América, cuya política siempre ha sido de control total de ese recurso donde quiera que esté.La historia nos relata el desenvolvimiento del Imperio más despiadado que haya conocido la humanidad. En nuestra América somos vivo ejemplo de ello, de cómo nos masacraron, nos invadieron, nos neutralizaron, nos vilipendiaron. Solo tenemos que hacernos una pregunta, porque los estadounidenses dejarían de meterse con Venezuela que la tienen tan cerca y están tan involucrados en los conflictos en el mundo árabe, que está tan lejos? El mundo árabe tiene sus fundamentalistas islámicos y nosotros tenemos a la lumpen representado en grupos mercenarios, paramilitares, capaces de ejecutar cualquier actividad que colabore con el objetivo principal del Pentágono. Es de inocentes pensar que los Estados Unidos estaría ajeno a cualquier acción desestabilizadora en nuestro país.
Los indicios de desestabilización son claros, el envío de mercenarios al país, el sabotaje eléctrico, los sobreprecios, las ya reconocidas acciones para desconocer resultados electorales, todo un conjunto de hechos que lavarían las manos de los Estados Unidos en el desastre que pretenden ocasionarle al país, para luego justificarse con supuestos excesos por parte del gobierno y la oportunidad de una invasión “humanitaria”.
Frente a este conocido formato, debemos estar preparados. Primero, estemos claros que no podemos caer en provocaciones, no sucumbiremos a sus planes, para dar pie a sus propósitos. Segundo, la inteligencia popular es clave en todo ello, pero la organización más, para neutralizar a sus mercenarios y delincuentes, y denunciarlos ante los órganos pertinentes. Tercero, tenemos que activar a nuestros medios de difusión, oficiales y populares de la manera más contundente, capaz de desmontar las mentiras y falsos escenarios. Y Cuarto, nuestras Embajadas, Consulados y Representaciones Diplomáticas en general deberán activarse, alertando a los comités de solidaridad con Venezuela, a otros gobiernos, órganos y entes internacionales, publicando información de lo que sucede, desmintiendo cualquier matriz internacional y denuncie claramente al enemigo principal del país y de la humanidad misma, como lo es los Estados Unidos de América.
Nuestro petróleo y avances sociales no lo podemos regalar, nuestro pueblo no volverá a ser explotado. A Chávez le juramos que seremos fieles a los principios que nos harán liberar definitivamente del yugo de la explotación.
Rodilla en tierra, más que una consigna, es una actitud que hemos asumido en defensa de nuestro pueblo y de la humanidad misma, estamos activados. Lo juramos Chávez.
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