La historia es simple: Lux, una chica que está a punto de cumplir 16 años, quiere emanciparse y empezar una nueva vida alejada de las familias de acogida por las que ha ido pasando con el transcurso de los años. Para ello necesitará la firma de sus padres biológicos, que es donde está el problema: no los conoce. Pero esto no es para nada un obstáculo, ya que rápidamente los localiza. Nate, propietario de un bar, y Cate, locutora de éxito y algo neurótica. Una vez hechas las presentaciones, y pocas horas después de haberse conocido, a los padres les es imposible no establecer vínculos con su hija, y el sentimiento de arrepentimiento hace aparición en sus vidas. Pero Lux no las tiene todas con ella, ya que la jueza que lleva su caso le niega la emancipación debido a su falta de medios para comenzar su ansiada nueva vida. Al final Cate, recientemente prometida a su novio Ryan (con el que presente su programa matutino) decide que Lux se quede con ellos.
Este es el punto de partida de una de las series más esperadas de esta midseason. Ha sido un capítulo fácil de ver, para nada pesado, y con la ñoñería justa. Vamos, que va a ser una de esas series que te dejan una sonrisa tontorrona en la cara.
Para muchos es un cruce entre "Las chicas Gilmore" y "Everwood", y como no he visto ninguna de las dos, para mí es un producto "nuevo". Un buen trío protagonista, un buen guión (con mención a Juno incluída) y buena música. ¿Qué más se le puede pedir? Que tenga vida más allá del Piloto.
Hagámole un sitio en nuestras vidas a Lux, que ha llegado para quedarse.