Tenía que contactar con él, hacerle llegar mis felicitaciones, aproximarme a su pensamiento con una entrevista que descubriera algunos de los secretos de su Resistencia íntima. Muy agradecido, asintió en concedérmela, y ahora la prestigiosa Revista Ábaco la publica en su número 91-92 dedicado al centenario de la Revolución rusa. El número, conformado por casi una veintena de artículos de prestigiosos especialistas multidisciplinarios, incursiona en la profunda huella social, cultural y política que todavía permanece tras los cien años de la Revolución rusa.
Adelanto la entradilla de la entrevista, que, completa con el número, puede adquirirse desde aquí:
Pregunta: Su libro, La resistencia íntima. Ensayo de una filosofía de la proximidad, nos invita a vislumbrar los cimientos que, aunque provisionales y precarios, logran soportar la vida y las relaciones humanas. Es un viaje iniciático hacia lugares olvidados por la filosofía moderna y la tecnociencia actual: la primera, demasiado preocupada en buscar fundamentos firmes y seguros; la segunda, demasiado obstinada en reducirnos a consumidores anónimos. Su libro es una invitación a mirar, a mirar al otro con la «proximidad» necesaria para que se nos revele en su cualidad de «prójimo»Respuesta. Sí, en efecto, es una llamada a mirar atentamente; a prestar atención. Atención y respeto están muy estrechamente vinculados. Incluso puede decirse que coinciden. Prestar atención no sólo, ni prioritariamente, significa agudizar la percepción y nuestra capacidad cognoscitiva, sino conseguir un cambio de actitud, a modo de un despertar y una vigilia de nuestro sentido moral. Si prestamos atención a los demás y a las cosas que nos rodean, acabaremos teniendo una actitud respetuosa para con la mayor parte de todo ello. Se dará una “aproximación” que convertirá a los demás en “prójimos”, y a las cosas y a las situaciones en la “familiaridad de la vida”.