La tecnología ha sido concebida para la acumulación. No es neutra o no significa necesariamente que pueda ser usada para bien o para mal (lo que puede suceder en algunos casos y no en todos, ahí radica el engaño) como la inmensa mayoría cree.
Es un fin en sí misma y no un medio. Es totalizadora y totalizante en cuanto pretende el control absoluto de la Naturaleza y el ser humano. Este control que la tecnología ejerce sobre el individuo y el mundo en sí, se proclama en aras de la seguridad para crear un dispositivo que refuerce la confianza que se deposita en el Sistema.
La fe ciega en el Sistema se transforma en una adhesión a éste a cambio de seguridad. La libertad del individuo y el colectivo es restituida por el control y el dominio tecnológico. Sus vidas ya no les pertenecen, éstas pertenecen a la gran máquina del Estado y el Capital.
El individuo es absorbido por el Sistema que lo convierte en una pieza más del engranaje de la máquina. Se transforma en un ciudadano o súbdito más que acaba consolidando y perepetuando la dominación.
* La seguridad absoluta no existe. La seguridad relativa es administrada por la gran máquina según sus conveniencias e intereses. Todo dependerá del contexto en el que se halle cada sociedad y el destino que decida la élite de poder para aquella.