Comenzamos a celebrar Santa Cecilia también en Mieres, y nada mejor que con la "banda del pueblo" en el auditorio local, no muy poblado pero con un público fiel que valora el trabajo de unos músicos no profesionales que con su trabajo y muchos ensayos fueron capaces de sacar adelante con mucha dignidad y sobre todo profesionalidad y buen gusto un programa del agrado de todos, con arreglos de obras cinematográficas alternando con repertorio propio de banda. Un orgullo comprobar el buen nivel alcanzado por estos músicos jóvenes que siguen teniendo la música como afición complementaria de sus estudios o profesiones, siempre "tutelados" por la Asociación Mierense de Amigos de la Música, heredera y continuadora de nuestra histórica y laureada Banda Municipal de Música de Mieres dependiente del Ayuntamiento local que tantos momentos buenos ha dado a nuestra villa, y personalmente todavía más, actualmente bajo la batuta del saxofonista y maestro murciano afincado en Asturias.
La velada arrancaba con el pasodoble Certamen Levantino del calagurritano Pascual Marquina Narro, de quien el director Antonio Cánovas recordó brevemente sus orígenes y otras composiciones, como hizo con el resto del repertorio sin olvidar esa parte didáctica que toda banda de música debe tener. Sonido típico de estas formaciones y alegría contagiosa que continuó con el arreglo de Miguel González del Desfile de Aurigas de Miklos Rozsa perteneciente a la banda sonora de "Ben Hur", joya cinematográfica y musical del año 1959 donde los metales adquieren un protagonismo que solventaron con madurez y bloque sonoro que nunca olvidó las dinámicas de esta partitura.
A continación una obra actual compuesta para banda nos dejó un excelente "sabor auditivo" con recuerdos también del séptimo arte, la suite del holandés Haan Dakota con cinco números (The Great Spirit, Buffalo Hunting, Smoking the Pipe, The Gost Dance y Pilgrims at Wounded Knee) que sacaron de los músicos lo mejor de ellos, compartiendo protagonismo todas las secciones, haciéndonos olvidar la corta plantilla porque sonaron "grandes".
Para cerrar la primera parte "de cine" el arreglo de Norman Leyden sobre el musical Cabaret (John Kander) llevado a la pantalla y que nos trajo Broadway a Manuel Llaneza Street.
Los pasodobles son propios de las bandas españoles y Ragón Falez (Emilio Cebrián) es una perla cultivada no muy escuchada pero que vendría bien incluso a formaciones "profesionales" recuperarlas por la calidad de la partitura y los logros alcanzados cuando se interpreta con gusto, conocimiento y buen hacer.
Este camino musical de nuestra Patrona nos llevó a tierras irlandesas, siempre parecidas a las asturianas, con Lord Tullamore del holandés Carl Wittrock, "apoteósis sonora" de color y ritmo donde brillaron todas las secciones de nuestra banda, para culminar con el gran Bernstein y una obra que ha cumplido sus bodas de oro, West Side Story en arreglo de W. J. Duthoit para cerrar una velada de cine festejando Santa Cecilia desde casa pero con calidad, gusto y buen hacer por parte de la banda dirigida por el maestro Cánovas que logró transmitir el bienestar sobre el escenario a los asistentes de una Banda de Música que sigue siendo referente local. Gracias por mantener encendida la llama...