La Banda Sinfónica de Ciegos ‘Pascual Grisolía’, de Argentina, es la única banda del mundo que toca totalmente a ciegas, sin la menor posibilidad de ver leer las partituras. En sus ensayos, los músicos ciegos usan un receptor entre el director y el resto de la banda “de manera voluntaria y con buenos resultados”. Se trata de un dispositivo denominado RAMP (Receptor Audio Magnético Personal), diseñado por técnicos argentinos, que mejora la comunicación entre los músicos y su director durante la ejecución de las obras. “Fue una idea que se nos ocurrió a un grupo de miembros de la Sinfónica con el objetivo de lograr un mecanismo que eliminase el ruido que hace la batuta cuando doy el golpe guía en el atril y establezco una conexión directa con los músicos en cada compás”, explica su director, José Luis Cladera.
Cada ejecutante lleva un pequeño receptor en su oído capaz de recibir una señal de audio que es transmitida a través de un campo magnético generado por un aro igualmente magnético que se instala perimetralmente alrededor de los músicos. De esta manera, Cladera realiza las marcaciones golpeando su batuta sobre un pad de batería electrónica -que al ser de goma no es escuchado por el público-, y esos golpes son transformados en impulsos eléctricos en un rango estrecho de frecuencias y convertidos en campo magnético. “Los RAMP –señala Cladera, quien dirige la Sinfónica desde 2011– funcionan entonces como receptores de esa señal electromagnética que se transforma en audio (impulsos sonoros breves), el cual replica la batuta de mi conducción en la indicación de las distintas entradas y matices que le doy a los músicos”.Dichos dispositivos “se vienen utilizando con éxito” durante los ensayos desde que los músicos los recibieron “como donación de la Mutualidad el año pasado”. Los técnicos encargados de desarrollar el dispositivo diseñaron varios prototipos hasta llegar al modelo final, que es “totalmente ventilado (es decir, no produce tapón en el oído) y muy liviano al ser de silicona, por lo que los músicos pueden escuchar también el sonido ambiente”, comenta Cladera. El RAMP “no tiene antecedente mundial” y su uso por parte de los músicos “es voluntario”. Cladera indica que “la persona ciega tiene una percepción muy acrecentada y un entendimiento muy a flor de piel”. La Banda Sinfónica Nacional de Ciegos está integrada por unos 75 músicos profesionales que concursan por su puesto, para el que deben contar con el certificado nacional de discapacidad. Lleva el nombre de su fundador, Pascual Grisolía, quien, en 1939, comenzó a dictar cursos en la Escuela de Instrumentos de Vientos para Ciegos que funcionaba en el Patronato Nacional de Ciegos, actual Museo Evita. La Banda recibió, en 1997, el “Gran Premio Camu” concedido por la Unesco, y su labor fue declarada, además, de interés cultural por la Cámara de Diputados de la Nación y por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.