Después de tanto tiempo preparando otras Bodas, llegó la mía, ¡quería que fuera perfecta! ... y...
resultó mucho más que perfecta. Intentamos plasmar nuestra forma de ser y de vida en toda la boda, tratando de conseguir el aire divertido y fresco que queríamos para nuestro día.
La primera parada fue diseñar LAS INVITACIONES DE BODA.
y quería que fuera el color principal
de la tarjetas, pero no encajaba bien con las fotos, así que lo mantuve en el sobre y la tarjeta la teñí de amarillo, de forma que quedó mucho más alegre y divertida.