Tigre era temido tanto por su fiereza como por su astucia. Tras tantos días encadenado había conseguido sobornar al marinero que le llevaba el asqueroso rancho que le daban prometiéndole un buen puñado de monedas de oro a cambio de su libertad.
Tigre era temido tanto por su fiereza como por su astucia. Tras tantos días encadenado había conseguido sobornar al marinero que le llevaba el asqueroso rancho que le daban prometiéndole un buen puñado de monedas de oro a cambio de su libertad.