Este año celebramos el auténtico Halloween en casa de los papás de un compañerito de la peque y como había que llevar algo, pues yo para no perder la costumbre, pues yo el postre.
La tarta era un Red Velvet relleno de cheese buttercream y decorado con una brujita de fondant...
La verdad es que esta vez el bizcocho no me dio mucho trabajo porque utilicé un preparado. Aquí en EEUU los hay de todos los tipos imaginables... Incluso el frosting... La ley del mínimo esfuerzo...
La rellené con una Cheese buttercream un poco improvisada porque justo a la mitad se me acabó la pila de la báscula... pero al final salió muy buena.
Espero que os guste.
Besos mil.