Steel es una de esas autoras que con el paso del tiempo me va gustando cada vez más. A pesar de ello reconozco que su estilo es demasiado denso y pausado para mi gusto pero poco a poco he ido aprendiendo a valorar también ese ritmo en sus historias.
Quizás lo que más aprecio de Steel es que no nos presente historias edulcoradas y bonitas en las que todo acaba bien para lo protagonistas. Es un poco Sparks aunque sin llegar a sus términos, mucho más sofisticada. En las pocas historias que he leído de la autora he encontrado tramas realistas y crudas, como la vida misma.
La protagonista principal de Una buena mujer es Annabelle Wirthington. Es una joven de buena familia que ve como su mundo se viene abajo cuando naufraga el Titanic en 1912 con parte de su familia dentro. El golpe es devastador para ella y a partir de ese momento debe aprender a vivir sola.
Uno de los ejes más importantes de la historia es la medicina. Es la pasión de Annabelle y ha sido un tema muy controvertido dentro de su familia. La alta sociedad admite que una joven sea solidaria y acuda a los hospitales a ayudar como enfermera, pero de ahí a convertirse en doctora...inadmisible.
Tras la desgracia Annabelle se concentra en ello pero al final termina casándose. Otro golpe hace que el matrimonio no vaya a buen puerto y la , ya mujer, decide huir a Francia.
Una buena mujer es la historia precisamente de eso, una buena mujer que ha visto como un accidente ha acabado con su vida apacible y tranquila. Como los actos de otras personas repercuten negativamente en su persona dificultándole una y otra vez la felicidad. Es la historia de una mujer llena de anhelos que lucha incansablemente por cumplir su sueño en una época demasiado complicada para las mujeres.
Esta ha sido una de las pocas novelas de Steel que he devorado. Ha sido comenzarla y avanzar rauda por sus páginas sin apenas darme cuenta. La historia, los personajes y la ambientación son magníficos.