Si a Luciano Benetton dueño de la marca le gusta remover conciencias me parece una ideal genial y factible, pero que todos estos años se haya limitado a diseñar hasta la talla 42, tiene otro nombre.
Ser amplios de mente (open mind) no es solo cuestión de religión, política o sexo, sino también de cuerpos con diferentes formas llenas de distintas y maravillosas almas que estaban privadas de llevar el mejor algodón que he probado jamas en sus prendas.
Nunca es tarde si la dicha es buena.
Besos,
