Pero como no era la primera vez que preparamos algo juntas, sé que al final suelen salir las cosas y acabo haciéndole caso. Es lo bueno de formar un buen equipo: ella busca las ideas más rocambolescas, yo busco como poder (más o menos) llevarlas a cabo, creamos un chirimiri de ideas (léase como lluvia de ideas multiplicado por un millón) y entre las dos acabamos preparando algo que más o menos se parece a nuestra idea original, por que a veces durante el proceso de preparación se nos va la mano y dejamos volar la imaginación...
Yo creo que lo resolvimos bastante bien ¿no? jejeje Al menos todos quedaron encantados con la presentación y el sabor les gustó mucho, pero claro, ¿quién se puede resistir al sabor de una tarta de zanahorias con crema de mascarpone en una fiesta otoñal?
Y lo bueno de esta tarta es que no necesitáis moldes ni nada especial, con un par de cuencos con molduras o flaneras grandes podéis preparar una calabaza de lo más resultona.
Ingredientes para el bizcocho
- 1 yogur natural sin azúcar
- 125 ml. de aceite de oliva
- 250 gr. de azúcar
- 375 gr. de harina
- 3 huevos
- 1 sobre de levadura
- 1/2 cucharada pequeña de jengibre
- 1/2 cucharada pequeña de nuez moscada
- 1 cucharada pequeña de canela
- Colorante naranja en gel de Wilton
- 250 gr. de mascarpone
- 100 gr- de azúcar glass
- Colorante naranja en gel de Wilton
- Regaliz negro
- Fondant de colores para los adornos
Pon a precalentar el horno a 180ºC.
Engrasa los moldes con mantequilla o aceite y espolvorea un poco de harina hasta que quede todo bien cubierto. Reserva.
En un bol añade poco a poco todos los ingredientes del bizcocho y bátelos para que se integren bien y no queden grumos. Añade colorante alimenticio naranja para darle un tono parecido al de la calabaza y vuelve a batir hasta que toda la masa tenga un color uniforme. Divide la masa en dos partes y ponla en los moldes. Mételos en el horno durante 30- 40 min. aproximadamente, hasta que pinches el bizcocho con un palillo y éste salga limpio.
Deja reposar los bizcochos durante unos 15 min., sácalos del molde y ponlos sobre una rejilla para que se enfríen por completo. Una vez fríos, envuélvelos con papel film y mételos en la nevera como mínimo un par de horas para que el bizcocho se asiente y endurezca un poco.
Para preparar el relleno, simplemente tienes que batir el mascarpone con la cantidad de azúcar glass que te guste y un poco de colorante naranja. Cuando ya esté todo bien mezclado, mételo en la nevera hasta que sea el momento de usarlo.
Y ya solo queda montar la tarta, que es de lo más sencillo.
Si los bizcochos no te han quedado rectos, puedes nivelarlos un poco para que la calabaza no quede muy torcida, aunque no es imprescindible ya que con el relleno podrás recolocar las piezas.
Cubre la base donde lo vayas a presentar para que no se manche, pon uno de los bizcochos encima, con la parte más estrecha sobre la base, y cubre la parte de arriba con el relleno de mascarpone que preparaste.
Con un poco de fondant negro moldea la forma de un pedúnculo, ponle un palillo en la parte inferior y colócalo en el centro del hueco que acabas de realizar sin clavarlo del todo, ya que necesitarás un pequeño hueco para colocar el regaliz. Aunque en la foto lo veáis marrón, al final lo cambiamos por el negro ;).
Por último, con fondant puedes realizar el resto de decoraciones: unas grandes hojas para la calabaza, una brujita, unas mini-calabazas... cualquier cosa sirve en Halloween!! ;)