Una campaña caliente en la RDC

Por En Clave De África

(JCR)
Desde el pasado 28 de Octubre en el Congo estamos de campaña electoral. Cuando vives aquí –en mi caso en la ciudad de Goma- lo sabes porque a cualquier hora que salgas te encuentras con un sinfín de coches y camiones cargados de exultantes pasajeros que enarbolan banderas mientras la música suena a un volumen atronador, compitiendo con la de otros vehículos y con los mensajes de hombres que gritan desaforadamente por un megáfono mensajes que no entiende nadie. Y lo sabes también porque, de repente, legiones de trabajadores empiezan a reparar carreteras por todas partes después de años de no ver un bulldozer trabajando.

Doce candidatos se presentan a las elecciones presidenciales, y otros 18.000 compiten por los 400 y pico escaños de la Asamblea Nacional. Ambos comicios tendrán lugar el 28 de noviembre, eso si las urnas y las papeletas llegan a tiempo al país, algo sobre lo que la oposición –y muchos diplomáticos- tienen bastantes dudas razonables. China aun no ha entregado las 120.000 urnas que ha prometido, y las papeletas aun se están empezando a preparar en la imprenta de Sudáfrica que se encarga de esta tarea. Naturalmente, una vez que lleguen al país habrá que repartirlas, tarea nada fácil en un país donde apenas hay carreteras transitables.

Organizar unas elecciones en un país enorme –el segundo de África en extensión- de 56 millones de habitantes y con una infraestructura desastrosa de comunicaciones, no es fácil. Sin embargo, las elecciones de 2006 se desarrollaron extraordinariamente bien y sin apenas incidentes, y eso que era la primera vez que la gente votaba en 40 años. Pero en aquella ocasión la Comisión Electoral Independiente (CEI) estaba presidida por un hombre excepcional : el abbe Malumalu, un joven sacerdote de Butembo que desempeñó su papel con una gran competencia y de forma muy imparcial. La nueva CEI no tiene la misma altura de miras que la anterior, y durante los últimos cuatro meses ha habido frecuentes fricciones entre los partidos de la oposición y la CEI, a la que acusan de estar demasiado inclinada hacia el partido gubernamental.

Entre los candidatos a la presidencia, el actual mandatario Joseph Kabila parte con la ventaja que le da el contar con los medios del Estado para una campaña que, como suele ocurrir en casi toda África, suele ser la ocasión en la que mucha gente sin medios recibe regalos, que van desde camisetas y gorras hasta fiestas gratis o incluso dinero. Recuerdo en 2006, mi primera vez en el Congo, que Kabila era entonces muy popular en el Este del país, harto de tanta guerra y destrucción, y se presentaba como una alternativa a su otro oponente, el señor de la guerra Jean Pierre Bemba, hoy juzgado en La Haya por crímenes contra la humanidad. Hoy, sin embargo, Kabila ha perdido su popularidad aquí, donde no se ven signos de ningún progreso realizado durante los últimos cinco anos, y no lo tendrá tan fácil. Su gran bastión es la provincia de Katanga, donde su poderoso gobernador –dueño del equipo de fútbol Mazembe- es su mas fiel aliado. Curándose en salud, Kabila cambió la Constitución el año pasado, de manera que ahora el candidato que obtenga la mayoría simple gana las elecciones sin necesidad de ir a una segunda vuelta, en la que el resto de partidos de la oposición podrían fácilmente ponerse de acuerdo sobre un candidato común que podría ganar con la suma de todos.

Entre los candidatos de la oposición destaca el veteranísimo Ethienne Thisekedi, azote de Mobutu a finales de los años 80 y principios de los 90, aunque el buen señor ya cuenta con casi 80 años, y la también figura de la transición Kengo wa Dongo. Se comenta también que otros candidatos –bastante desconocidos- han sido « plantados » por el gobierno para dividir mas a la oposición y asegurar el triunfo de Kabila. En el Este del país, el mas popular parece ser Vital Kamerhe, antiguo amigo y aliado de Kabila y antiguo presidente de la Asamblea Nacional, puesto del que dimitió cuando se opuso abiertamente al acuerdo entre Kabila y el presidente ruandés Paul Kamage en 2009, acuerdo por el que se permitió al ejercito ruandés entrar en el Congo para combatir a los rebeldes hutu del FDLR. Muchos piensan que este acuerdo incluyó clausulas secretas para asegurar que Ruanda siguiera mangoneando en la seguridad interna del Congo y sacando tajada del negocio de los minerales del este del país, particularmente del coltán.

Apenas comenzada la campaña, empezaron ya a surgir algunos incidentes preocupantes de violencia, particularmente en la ciudad de Mbuyi Maji, en el Kasai Oriental, la zona donde Etienne Thisekedi tiene más seguidores, donde el primer dia ya hubo un muerto después de que la policía dispersara a tiros una manifestación de la oposición. En el resto del país parece que la situación es más tranquila, aunque la tensión se palpa y solo cabe esperar que la campaña, las elecciones y el recuento transcurran lo mas pacíficamente posible en este país que no termina de levantar cabeza.