Una canción navideña…que no villancico

Publicado el 03 diciembre 2013 por Cartas A 1985 @AntonCruces

A veces (muy pocas) eso que vemos en las películas y leemos en el catálogo de El Corte Inglés del espíritu navideño se hace realidad. No os voy a mentir, sucede muy de vez en cuando pero cuando cristaliza es mágico, estúpidamente ñoño y sencillamente genial.

Hace unos años, en 2007, un servidor era algo más que habitual en los estudios Litium, que se habían convertido en el segundo hogar, cuartel general y local de ensayo de muchos músicos de la ciudad. Las copas corrían como agua bendita en una iglesia los siete días de la semana, y había cierto ambiente de camaradería entre los lugareños.

Una noche, después de una grabación, el mandamás de los estudios Rafa Darrosa, Toño Crespo de Noctámbulos y un servidor nos caímos al suelo, nos golpeamos la cabeza y tuvimos una revelación. ¿Por qué no juntar a grupos y cantantes que no tengan nada que ver unos con otros y hacer un villancico de cara a las fiestas? ¿No sería extrañamente absurdo y genial escuchar juntas a bandas tan diferentes como  Malkeda y Quatro D abril?; ¿o Sugar Mountain y Reina Mala?  ¿Black Stones y Drama en el mismo corte? ¿Por qué no?

¡Si ensayamos puerta con puerta!

¡Que mejor excusa que la &%&% Navidad para hacer algo juntos!

Y lo hicimos. Aquello pudo quedarse en el cajón de delirios etílicos sin consumar, pero no.Compusimos un tema, buscamos patrocinadores e invitamos a todos los grupos a participar en el proyecto. Hasta donde yo recuerdo aceptaron todos. Nadie puso pegas.

Hoy de aquellos grupos casi ninguno sigue en activo, pero las personas que los formaban sí que siguen dando guerra, cada una con diferentes proyectos, cada una con diferentes propuestas.

The Christmas Litium Band

Sección rítmica

La batería, la pandereta ( y seguro que la zambomba también, no me acuerdo) corrió a cargo de Rafa Darrosa, hoy en Tractor Troy y por aquel entonces uno de los pilares de 986 (después Reina Mala). El bajo lo tocó Rober Calvo de Quatro D Abril, que tras un inciso con Amigos de Blas ha vuelto a QDA. Su nuevo disco, Mundo Circular, está al caer.

Guitarras

El rock de Sugar Mountain apareció cuando Yago Carreño soltó sus dedos, otro Yago (Lorenzo) también dejó su impronta respondiendo a las frases de Carreño con la clase de los grandes. Iñaki Jaureguí de 986, ahora también en Tractor Troy, rebozó las pistas base con el empuje de un toro, allanando el camino para la guitarra de Breixo Pastoriza (N-550) y la Telecaster de Rodrigo Conde (Quatro de Abril). Un servidor también colaboró con las acústicas y la eléctrica dando una pincelada aquí y otra allá. Rafa Darrosa y Luis Herrero como segundo de abordo manejaban los mando de la nave con decisión, ya que la tripulación podía estrellarla en cualquier momento.

Voces

 Si grabar una voz es una tarea harto complicada, trece ya ni os cuento, pero lo conseguimos y aquella sesión no la olvidaré nunca. Cada vez que alguien acababa su parte, el enjambre de invitados brindaba,  jaleaba, bebía y vuelta a empezar. Allí estaban todos. Cantaron los “cantantes” y los que no lo eran. Checho Malkeda entró en la sala, le indicamos qué debía hacer y lo bordó a la primera, nos dio la fuerza necesaria para volver a brindar, volver a beber y volver a jalear. La piel de gallina cada vez que escucho a este Santa del metal.  Sara Castro lo bordó y  Toño Crespo nos regaló algunos de los mejores momentos en el estudio con sus imitaciones.

También cantaron los no cantantes, pero asiduos: Joana, Jorge y Chus que saldaron su intervención con un notable alto. Todo era perfecto, pero…faltaba algo…

The Black Stones

Nada de eso tendría sentido si no recurríamos a las voces de The Black Stones. Aquello le daría al tema, un carácter navideño y rockero a la vez. Aceptaron encantados (fue el comienzo de una buena amistad) e incluso Toño, encantado con el resultado, (recupérate pronto socio) se tomó la molestia de poner dinero para hacer las copias. Las voces de Tino, Jaime, Toño, Santi, Emilio y Armando hicieron magia.

Además Tino dejó clara una cosa que nunca olvidaré: “Chicos, esto no es un villancico, es una canción navideña, que no es lo mismo”.

Charlie Godell y Andrés Barros se encargaron de los saxos y Rolando Marrón de la trompeta.

Misión cumplida.

Diseño

Una buena idea sin un diseño excelente no vale de nada. Y qué voy a decir de Víctor y Jairo Moreno, que son unos auténticos fieras en su trabajo. Hicieron un diseño, montaron un vídeo de diez sin recursos y todo sin cobrar un duro. Pero una imagen vale más que mil palabras: ¿Copos de nieve formados por guitarras? SIN PALABRAS. 

Primeros bocetos

Créditos boceto.

Han pasado seis años de aquello y como el periódico que colaboró con nosotros no podía hacer nada si no había por lo menos 2.000 copias pues nos comimos bastantes con patatas. Seis navidades después ya solo queda una caja, una pequeña muestra de esa canción; un tema del que me olvidó 350 días al año, pero que desempolvo pasé lo que pasé  al llegar diciembre ysiempre me da buen rollo, acabo con una sonrisa en la boca. A ver si os pasa lo mismo…

http://www.youtube.com/watch?v=aq9XKPpKMrk

Epílogo

Diciembre de 2007.

Mi amigo José Carlos Tarfo asiste a la grabación de las voces. No canta, solo viene a acompañarnos y a beber. Los vapores etílicos hacen efecto en todos y le suplicamos que cante una pequeña parte en la canción, a modo de estrella invitada. Debido a su estado, tal empresa se torna imposible y todos  nos damos cuenta  en cuanto se pone los cascos y balbucea en el micro la frase: “Viene con gafas de sol”. Tarfo lo intenta cinco o diez veces, pero no sacamos nada. Un extraño acento mezcla de inglés y paraguayo es lo que recibimos en el control. Le decimos que salga de ahí, y como no es capaz de encontrar la puerta por sus propios medios, enviamos a un equipo de rescate.

Poco después apareció Jorge Vidal quien, a pesar de no cantar, era y sigue siendo uno de los fieles al estudio. Aceptó la invitación y cantó con elegancia esa frase: “Viene con gafas de sol”.

Una semana después, cuando le regalé la copia a Tarfo, la puso en su cadena y al llegar la frase me miró y me dijo:

─¿Esto lo canté yo no?

Le mire a los ojos y con todo el dolor de mi corazón hice lo que un buen amigo debe hacer en estos casos.

─Sí. A la primera.

Su mirada de orgullo fue mi mejor regalo de aquellas navidades.

Espero que no lea esto.

¡Salud hermanos!