Una carta abierta a aquellos que no viajan tanto

Por Bertusvicus

Hace tiempo había publicado una entrada que había encontrado en un blog en inglés la cual hablaba sobre el sentimiento de los viajeros. Pues bien hoy me he encontrado con otra que si bien no es tan emotiva como la anterior nos viene a decir que no todo es tan bonito como aparece. Os dejo aquí la traducción de la entrada.

En primer lugar, quiero aprovechar la oportunidad para empezar por decir ‘Gracias.’ Como una viajera expatriada y obsesiva, creo que el hecho de que tu no viajes por largos periodos es muy refrescante. No es que quiera mantener la experiencia para mí misma, sino que me entusiasma la idea que somos realmente singulares.

Niños en Mongolia

Tu te sientas en tu oficina en el trabajo o en casa, y entre las tareas tu miras a través de mis fotografías y lees acerca de mi último descubrimiento. Sí, empiezas a soñar con los lugares a los que irías si tan sólo tuvieras cuatro días de tranquilidad, lejos de ess cuatro paredes. Lo más probable es que piensas para ti mismo, “¡Joder, tiene suerte! Para no tener que trabajar de 9 de la mañana a 17;00″.

Todo esto es muy cierto. Pero sin embargo, también me siento en mi pequeño espacio de vida, enfrente de fans porque el aire acondicionado es demasiado caro de mantener, y miro a través de tus fotografías. Navego a través de las fotos del nuevo coche que acabas de comprar, las opciones de color que has tenido para pintar las paredes de tu primera casa, y los más recientes cambios incorporados a tu familia, todo experimentado a través de la pantalla de un ordenador. Pienso, “Joder, parecen tan felices! Ellos realmente han creado una familia en una pequeña parte de este bonito mundo “.

Catedral de San Basilio, plaza roja. Moscú

Y al final de cada día, realmente necesitamos tener gente como nosotros en el mundo de hoy. Tu demuestras que sentar la cabeza no significa necesariamente sacrificar los sueños siempre que uno es feliz y me demuestras que nadie debería dejar de atreverse a alcanzar dicho objetivo. Ambos objetivos, viajar y asentar la cabeza, son vitales en la experiencia humana. En algún lugar, encontramos nuestro propio nivel de comodidad personal entre esa delicada escala. Tal vez yo no estoy lista para establecerme como tú. Con toda honestidad, creo que mi inquietud viajera crece más con cada día que pasa, pero ser capaz de compartir estos momentos contigo, incluso a través de los píxeles de una pantalla, me da un nuevo punto de vista a una nueva aventura. Uno que podría o no podría tener en el futuro. De cualquier manera, soy capaz de involucrarme en ella como si fuera mi propia.

De la misma manera, que tu participas en mis viajes también. Tienes la oportunidad de ver las atestadas calles bulliciosas de las ciudades asiáticas, o disfrutar de los colores vibrantes de ricos mercados de especias de todo el mundo. A través de mis fotografías, tu puedes experimentar las caras tensas o sonrientes de la gente del lugar como si te estuvieran mirando directamente.

Candelabro en Kutna Hora. República Checa

Si tu te encuentras pensando que la hierba es más verde en el otro lado, sólo recuerda esto: Es posible que no experimentes los dolores de estómago y los sudores nocturnos de los alimentos que no se han cocinado debidamente, ni te estás preguntando si serás capaz de ver a tus seres querido durante las vacaciones. Aun así, también yo tengo que luchar durante largas horas de la noche para consolar a un recién nacido o preocuparse de pagar el gas a la mañana siguiente. Pero si uno de nosotros debe preguntarse por qué seguimos adelante por el camino que vamos, los dos responderemos lo mismo: “Porque no sabemos hacerlo de ninguna otra manera.”

Así que para todos aquellos que he dejado en casa y que han tomado la decisión de dejar el viajar para esas vacaciones familiares especiales, les doy las gracias. Tú me has dado una idea de lo que me he convertido y la capacidad de entender lo que me está esperando en el otro extremo de un regreso a casa. En mis viajes por el mundo y mi vida de aventura en el extranjero,  siempre llevo pedazos y momentos contigo. Si alguna vez me siento en apuros, me reconforto con la idea de que estas en el mismo sitio justo donde te dejé, en lo familiar del hogar-dulce-hogar y me encanta que los dos hemos encontrado lo que realmente nos hace felices.

Iglesia en el lago Sevan. Armenia

Para leer el original en inglés, pincha aquí

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