- En un paraje de las afueras de la ciudad surcoreana de Andong, junto a la momia de un hombre que vivió en el siglo XVI, se encontró una carta de amor.
- Un grupo de arqueólogos de la Universidad de aquella ciudad de Corea del Sur, encontró la carta sobre el corazón de la momia, fechada el 1 de Junio de 1568.
¡Cuantas historias llegan hasta nosotros después de siglos acaecidas!
Pensamientos parecidos se escriben en el aire cada día ante la pérdida de esa persona a la que queríamos tanto, a la que prometíamos amor eterno, a la que asegurábamos que no podríamos vivir si ella nos faltara.
Dicen que todo pasa, hasta el amor más grande. Que todas esas palabras que fluyen como lava, pues también se van apagando, agotando, aunque a veces cueste una vida entera de sueños. Pero la cuestión ahora es preguntarnos: ¿Escribiría alguna carta más aquella viuda? ¿Volvería a enamorarse de otro hombre? ¿Querría seguir muriendo al cabo de unos años? ¿Encontró otro hombre al que quiso tanto como al primero?...
Historias enternecedoras que mueven a preguntas, como si los autores pretendieran alcanzar de verdad una respuesta a ese estado en el que les deja la muerte de su amado/a.
La carta se puede encontrar en numerosos sitios de la red, con lecturas y apreciaciones similares.
Nosotros no hemos querido ser menos y, aunque el hallazgo data del año 2000, hemos querido rescatarla también en la sección de cartas de nuestra diminuta hemeroteca.
Siempre dijiste: "Amor, vivamos juntos hasta que nuestro pelo encanezca y podamos morir el mismo día". ¿Cómo has podido morirte sin mí? ¿A quién vamos a escuchar mi pequeño y yo, cómo debemos vivir?¿Cómo pudiste alejarte de mi?...
¿Recuerdas cómo tu corazón moraba en mi y cómo yo habitaba en el tuyo?. Siempre te decía: Amor, ¿habrá alguien que se quiera como nosotros?¿Realmente como nosotros?". ¿Cómo pudiste dejarme así, después de todo?.
Es que no puedo vivir sin ti. Es que quiero irme contigo. Por favor, llévame a dónde estés. Mi corazón, mis sentimientos hacia tí son lo último que podré olvidar en este mundo. En mi corazón desgarrado sólo queda un amor sin límites. Sólo puedo preguntarme: ¿cómo puedo vivir con el niño si nos faltas, pensando en ti, sin fuerzas para sosegarme?.
Por favor, respóndeme a todas estas preguntas. Lee esta carta y contéstame con todo detalle en mis sueños en cuanto puedas. Esa es la razón por la que te he escrito esta carta y la entierro contigo. Ojalá pueda escuchar tu voz suavemente en mis sueños. Mírala atentamente y habla conmigo. Un día me dijiste que querías decirle algo al niño cuando viniera al mundo, pero te has ido tan repentinamente...
Te quiere. Tu esposa.
Imagen: Andong National University
Fuentes consultadas:
Revista Hola, diario ABC.