Una carta de despedida para Arrels

Por Enriquerichard

A: Dirección, trabajadores, voluntarios, personal mantenimiento, limpieza, limpieza de pisos, personal de la Llar, y la Troballa.

Sinceramente hace varios años que deseaba que antes de dejar esta vida pudiera despedirme de las pocas personas que he querido. Al final no ha podido ser, sin embargo, sí tengo la oportunidad de despedirme y agradecerles, aunque sea por escrito, de todas aquellas personas que de alguna forma me han ayudado en mis últimos años a vivir y a morir como una persona con dignidad.
Mi más sincero agradecimiento a todos, porque directamente o indirectamente todos me han ayudado a ser una persona mejor. Quizás la mayoría de quienes no han tratado directamente conmigo tengan una opinión equivocada de mí, pues, aunque alguien piense que soy poco sociable, y en parte es muy cierto, también lo es que no me gusta coger confianza con las personas, porque enseguida tomo afecto y a veces laspersonas confunden las cosas.
Aquí dejo personas a las que aprecio de verdad y otras a las que respeto, pero, aunque a veces no he estado de acuerdo con algunas decisiones o hechos de algunas personas, lo cierto es que no me llevo mal recuerdo de nadie, pues a veces todos nos equivocamos.
Sin la mediación de Rosa Jorda, no habría venido a parar a Arrels y sin duda, de no ser así, hace varios años que habría muerto tirado en la calle, o en la cárcel.
Gracias a todos Uds., a mi manera he vivido los últimos años con cierta dignidad, con momentos buenos y malos y, aunque no he sido feliz por diversas circunstancias, tampoco puedo quejarme por nada.
Aunque casi nadie lo sabe, hace años que tengo un pequeño problema cerebral que no podían tratarme por los problemas del hígado, quizás por ello a veces tenía un carácter tan difícil, vamos que no he sido un ángel, pero tampoco tan borde.
Si por una razón me da tristeza dejar esta vida, es porque sé que algunos perros y pájaros al principio me echarán de menos, pero me queda el consuelo de que siempre habrá, quien les respete y quieran.
Se que hay alguien que me recordará con afecto y me echará de menos cuando vaya en metro sin pasar vergüenza, ni tener que salir por pies, pero que no se fie, ahí arriba hay gente traviesa y quién sabe.
A quienes me han tratado y aguantado más directamente les agradecería que me perdonen por los malos ratos que les he hecho pasar, pero en el fondo creo que no he sido el peor.
No sé que me sabe más mal, si dejar esta vida o el batacazo del Barça todo el mismo día, vaya San Jordi 2013.
En fin, no quiero dar más la lata. Quiero darles las gracias a todos y decirles que para mí sí han sido mi familia.
Un abrazo sincero a todos, de todo corazón, también al merengue de la recepción.
Sin más, atentamente,