Entre 1912 y 1920, se construye la Colonia Obrera de las Minas de Orbó (hoy Vallejo de Orbó), un ejemplo de los poblados obreros promovidos por la patronal que contaba con hospital, farmacia, economato, colegio privado y más tarde incluso cine el primero de la provincia, con capacidad para 400 personas. (51) El artífice de aquella construcción "paternalista" fue Claudio López Bru, Marqués de Comillas.
Nuestros antepasados, que vivieron colgados de esa ferocidad o esa "rara pureza", ajenos a cualquier tipo de homenaje, son dignos merecedores de nuestro estudio, amén de las consideraciones que los técnicos estimen oportuno concederles. Con esa misma premisa abre uno de sus libros Gonzalo Alcalde: "una de las muestras de salud cultural de cualquier sociedad civilizada, se mide por el respeto y el conocimiento de su más lejano pasado..."
De este modo, la lectura nos lleva a la reflexión y al entendimiento de muchas cosas que en su día nos costó asimilar, porque se trataba de historias partidas, datos incompletos, nombres cifrados, acaecidos semi ocultos; una serie de pequeños secretos que ellos mismos guardaron sin sospechar que llegarían un día a ser considerados por las generaciones futuras. Un día llega al pueblo un periodista, un individuo que se presenta como manager de una casa discográfica, un etnógrafo; simplemente un turista curioso, y una pequeña conversación con un vecino le convence de la historia dormida que entremuros se guarda.
Resulta que aquella mujer que mira embelesada hacia los portones del corral tiene una historia que va desgranando despacio para nuestro regocijo y por esas cosas de la metafísica se perciben con mayor nitidez aquellas vivencias primeras, hay una parte del cerebro encargada de archivarlas, destruyendo, no sé por qué motivo, los acaecidos más recientes.