Revista Cultura y Ocio

“Una columna de fuego” de Ken Follett: de vuelta a Kingsbridge

Publicado el 01 octubre 2017 por Rous85
“Una columna de fuego” de Ken Follett: de vuelta a Kingsbridge

Ha merecido la pena esperar por “Una columna de fuego”, el nuevo libro de Ken Follett

He tenido que esperar años desde que se anunció su publicación, pero por fin he podido hacerme con “Una columna de fuego” de Ken Follett, libro que compré el mismo día en que se publicó (mi ansia lectora no conoce límites) y que ya es la tercera entrega o una especie de continuación de “Los pilares de la tierra”. Digo lo de especie de continuación porque, al fin y al cabo, es una historia completamente independiente, con personajes nuevos y a los que separan más de 400 años de historia con respecto al primer libro, a pesar de que uno de los escenarios comunes es la ficticia ciudad inglesa de Kingsbridge, la cual conocimos en “Los pilares de la tierra”. Así que nos encontramos personajes diferentes y un contexto social y político distinto, lo que no cambia es la maestría del escritor para hacer que el lector se meta de lleno en una historia repleta de giros, aventuras, traiciones y un sinfín de elementos que te dejan pegado a la silla y sin poder soltar el libro. Prepárate para arder de emoción y cuidado con no cometer la herejía de no leer esta nueva entrega del gran Ken Follett.

Y es que precisamente son la herejía y las tensiones religiosas de una Europa dividida entre el protestantismo y el catolicismo en pleno siglo XVI los hilos conductores de “Una columna de fuego”, cuyos protagonistas eligen posiciones en un escenario en el que los monarcas de los distintos reinos europeos (sobre todo el inglés, español y francés) van delimitando las fronteras sobre las escasas libertades del pueblo, a la vez que ellos mismos se ven envueltos en miles de intrigas de otros con ínfulas de poder. Así, el lector asiste a la vida de Ned Willard, un comerciante inglés que ve truncado su deseo de casarse con la muchacha que ama y que debe luchar por sentar en el reino a Isabel Tudor, protestante que promete terminar con las purgas religiosas por parte de la monarca católica que acaban condenando a arder en la hoguera a quienes no profesan el catolicismo. Este personaje tiene su contrapunto en Pierre, un ambicioso y malvado francés que se dedica a espiar a los protestantes parisinos e infiltrarse en sus vidas para escalar en el poder denunciando a los herejes sin pudor a las altas esferas católicas como la familia De Guisa. Entre otros personajes también caben destacar dos figuras femeninas: por un lado Sylvie, una parisina que dedica su vida a vender biblias protestantes prohibidas y que se arriesga continuamente, pero a la que nada frena por salir adelante después de que su familia lo perdiera todo. Por el otro está Margary, ciudadana de Kingsbridge que ve cómo toda su vida es conducida en nombre del catolicismo en el que cree con fervor, a pesar de que debe sufrir constantemente la sumisión y las injusticias que propugnan las ideas cerradas y machistas de esta religión.

Con este libro viajamos no sólo a la Inglaterra del siglo XVI, sino también a la España inquisitorial, a la Ginebra protestante y a una serie de ciudades que ayudan a trazar un mapa de una Europa que no para de cambiar en lo que a alianzas se refiere, con la sombra de la guerra siempre planeando y con la religión como herramienta de poder y control sobre el pueblo (algo común a los “Los pilares de la tierra”).  Aunque “Una columna de fuego” no tiene la garra de “Los pilares de la tierra” (un libro de novela histórica perfectamente estructurado en torno a la construcción de una catedral) no carece del encanto que ya caracterizaba al primer libro, pues también muestra la vida de unos personajes a lo largo de décadas, sujetos a las vicisitudes políticas, religiosas, económicas y sociales de su tiempo y las dosis de aventuras, intrigas, ambiciones y traiciones aderezan la historia hasta el punto de hacerla irresistible para el lector fiel a Ken Follett y la literatura histórica. Los distintos protagonistas ven cómo sus vidas se entrecruzan a lo largo de las más de 900 páginas que tiene este libro, siendo el amor y el odio o el deseo de venganza, el motor fundamental de muchos de sus actos, algo también típico de la obra de Follett.

Al final ha merecido la pena la larga espera y he podido ampliar un poquito más mi biblioteca de novela histórica con este libro que además viene en una edición muy bonita, aunque poco práctica de transportar (leerlo en el metro de pie significaba brazos dormidos sí o sí), pero siempre he sentido especial predilección por los libros extensos (esos mismos que asustan a muchos) y con tapa dura a pesar de que pesan más. Mi recomendación es que leas “Una columna de fuego” en cuanto  puedas y que luego te pases para dejarme tus impresiones sobre esta interesante obra. ¡A leer, hereje!

Y tú ¿Has leído ya “Una columna de fuego”?, ¿Qué te ha parecido este libro?, ¿Te gusta más o menos que “Los pilares de la tierra”? Cuéntame…

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