Revista Cultura y Ocio

Una conversación sobre literatura argentina en el Gijón

Publicado el 25 septiembre 2010 por Poli @FIPoli27
Los otros días sentado en el Café Gijón, en el Paso de Recoletos, escuché de casualidad la siguiente conversación que transcribo a continuación entre dos inconfundibles argentinos, uno de ellos seguramente residente en Madrid desde hace tiempo por el acento medio gallego que tenía y los giros que utilizó. (N de R: no es textual pero casi).
Una conversación sobre literatura argentina en el Gijón
-¿Viste el artículo de Martini sobre Alan Pauls?- ¿Qué artículo, chaval?- “Las memorias de Alan Pauls” se llama.- ¿Las memorias de Alan Pauls? Joder.- Sí, y lo pone a parir por sus últimos dos libros (N de R.: Historia del llanto e Historia del pelo).- Mirá cómo hace amigos Martini...El otro saca su Ipad de la funda mientras dice:- Te cuento que me parece que lo que pasa es que Martini se viene hinchando los huevos con cierta frivolización del hecho literario que viene practicando un grupo de escritores en nuestra patria.- ¿Quiénes?- No sé, no da nombres pero, en otro artículo a propósito de la última novela del Gran Coetzee, Verano, da algunas pistas cuando dice que es “Ideal para ponerse a salvo de libritos sin tramas ni continuidad, de la reivindicación de dictadores asesinos, de la autocelebración de escritores viejitos que todavía defienden sus terrenitos con insultos, de tanto mirarse en el espejo para preguntar quién es el más lindo del módico reino de la literatura que un grupito de intelectuales mesiánicos promueve como el único camino hacia la nada”.- Casi nada.- Y el artículo sobre la Historia del pelo de Alan Pauls lo termina diciendo: “El resultado es irritante. No hacen falta ni tanta ironía ni tanto ensañamiento para hablar de lo que a uno le es indiferente”.- Lo quiero leer, chaval.- Te lo mando por mail o entrá a la página de Eterna Cadencia. Te digo la verdad, a mi me dieron ganas de echarle un ojo a los libros de Alan Pauls- Yo empecé con la Historia del pelo y me pareció un follón. Lo dejé sin terminar.- Justamente Martini plantea que Alan Pauls dice que no le preocupa que se aburran con sus libros...- ¡Qué rico tío, chaval!- Pero yo creo que no sólo no les importa que se aburran con sus libros sino que es un efecto buscado. De ese modo son más incomprendidos y vanguardistas.- Puede ser..- Entonces ahí está César Aira dando clases de impostura publicando diez libros sin corregir por año junto al finado Fogwill que no publicaba nada nuevo desde hacía casi dos décadas pero aparecía por todos lados.- Aira es un interesante escritor experimental pero de ahí a escucharlo como oráculo, joder. Date cuenta la diferencia, acá el que habla es un escritor como Javier Marías.- Pero es así, es la impostura de sostener posiciones políticamente incorrectas como muestra de audacia, de valentía intelectual, de ruptura... En eso no se ponen límites: se cagan en los muertos y desaparecidos, reivindican cualquier mierda que sea ilegible para el lector medio y destruyen a cualquier autor que sea éxito de ventas, puede ser Soriano, la Piñeiro o Sábato. O Cortazar.- Si estos tíos fueran yankis estarían despedazando a Faulkner, ¿no? - Es buena esa, te la voy a tomar prestada.- Pero claro, te guste o no, chaval, nadie puede negar que en la literatura argentina detrás de Piglia, de Saer o de Puig hay una idea. Lo mismo que detrás de Sábato y Soriano .- Ahora me acuerdo que Zelarayán le jodía a Piglia diciéndole que Respiración Artificial era el Sobre héroes y tumbas de los ochenta y Piglia engranaba.
En ese momento lo llamé al mozo y pagué el cafecito, después me levanté de la mesa y me retiré. Lo último que escuché fue que rememoraban al Grupo Shangai. Blog del autor del libro de cuentos "Historias fugaces de hombres y mujeres".

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