Una de aceitunas

Por Larami

A este espíritu etéreo le fascinan las aceitunas en abril, aún colgadas de los olivos. Sobre todo por su aspecto.

Aceitunas rugosas, cual pasas, colgadas del olivo y, en el siguiente, lustrosas como a punto de cosechar. Aun siendo de la misma variedad y ubicados en el mismo lugar. ¿Por qué?

Y sobre el mismo árbol, ramilletes que presentan las secuelas de la dura batalla del invierno: huesos colgantes, aceitunas medio comidas, olivas marcadas por el granizo, …

Detalles que me permiten valorar lo que aun nos queda por aprender de la naturaleza.

Lar-ami


Archivado en: Actualidad, Mundo rural, Rincones de la Ribera Tagged: actualidad, La Ribera, naturaleza