¿Una de autobuses?

Publicado el 03 octubre 2012 por Otroscuentos

Me pongo los auriculares, cierro la puerta y me dispongo a comenzar mi odisea diaria en busca de transporte público- sí, yo soy de esas que no tienen coche… ¿por desgracia?

Y no, no lo llamo odisea porque en realidad sea peligroso o inverosímil sino porque, simplemente, me encanta esa palabra (mientras la escribo me doy más cuenta de ello) y ejemplifica bien esa larga y -a veces- tortuosa vía del que tiene que mantener equilibrio entre baches y ausencia de asientos.

En la parada me esperarán seres de todo tipo: algunos de más edad, otros con más malas pulgas que canas y mis favoritos, aquellas almas solitarias que, deseosas de unos oídos amables, desatan ante mi sus problemas diarios a la espera de una simple sonrisa o “Claro, claro” de labios más mozalbetes y dicharacheros.

Los que me conozcan del día a día sabrán que mi imán para atraer a criaturas pertenecientes a esta última especie es infalible, pero no adelantemos acontecimientos. Escribo esto a modo de introducción a lo que espero que sea una serie de relatos de mis viajes a lo Ulises por el largo y ancho Consorcio de Transportes de Sevilla.

Porque siempre que subo esos escalones y paso mi bonobús siento que hay historias que contar, desperdiciadas en lo insulso de la rutina y la normalidad. Porque se merecen un espacio en este nuestro blog y porque, irremediablemente, forman parte de mi constante vital.

¿Preparados para una de autobuses?