Una de bilis

Publicado el 23 enero 2011 por Eduardogavin

Que puede ser la última. No tiene bastante este gobierno de ineptos con la que han liado en los últimos tiempos, con la debacle económica, la idiotez social creada o los dramas sociales y hasta familiares (sí de esos cinco millones de familiares de 5 millones de parados) que ha causado. No fue bastante con el ministerio de Igualdad, con casi sacarnos del euro, con casi devolvernos al año 96 (solo que peor) o de, ahora, acabar de una vez por todas con las pensiones y encima salir riéndose del asunto (ver este video, a partir del minuto 2:40). Nos han reconvertido en un país de emigrantes entre los que quizá en breve me encuentre nuevamente. Además han ridiculizado nuestra imagen por el mundo con leyes como la que preparan para los próximos días. Y es que los tonticos, los débiles mentales (s.s., los gilipollas impresionables y llorosos) han ganado la partida. La ley consiste en un sistema para que nadie se sienta humillado en esta vida. Así de simple. el insulto que a veces dedico yo en esta página a algunos oligoides gubernamentales, prohibido. A mí, sinceramente, me dan ganas de echar el cierre y que sigan aquí los palmeros de estos bananeros corruptuelos. Que divulguen otros. La cosa está en que no se podrá llamar a alguien feo, tonto o lo que es más enervante, por ser objetivo, cojo. La siguiente será prohibir anunciar que va a llover. O lo que se parecería más concordante con esta ley, por lo dramático y lo duro que es y los lloros y traumas que conlleva, prohibir a la gente que se muera. O, por lo menos a los que sean papás. No sé, como idea. Os dejo un artículo que se ha publicado esta semana por el sociólogo y columnista Alberto Gonçalves en Portugal que demuestra (además de la superioridad del país vecino en librepensamiento y libertad de expresión, pues allí las opiniones las dan personas con formación, no periodistas ni chonis) como somos el hazmerreír de todo el occidente. Porque sumamos lo accidental, lo intrínseco y lo vocacional. Ahí va:
ABOMINABLE MUNDO NUEVOAlberto Gonçalves
La buena noticia es que los gobiernos de un pequeño y un gran país europeo garantizan que Portugal escapará a la crisis sin necesidad de ayuda externa. La mala noticia es que el primer gobierno es el portugués, que es el que creo las condiciones para que la ayuda externa (del FMI o, en su versión suicida, ya en marcha, de Qatar y China) sea inevitable; y el segundo es el español, que ostenta en su Curriculum la destrucción de una de las economías más prósperas de occidente y aspira a crear una de las sociedades más idiotas.El último designio del Sr Zapatero, o del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad (y la designación es, por supuesto, real), es un proyecto de ley que impida a los ciudadanos sentirse "humillados por razones de nacimiento, raza, sexo, convicción, incapacidad, edad, religión, identidad sexual o enfermedad". En suma, llamar "feo" a alguien implicará sanción pecuniaria de entre 150 y 500 mil euros.Sunpongo que en breve los españoles discutirán las desventajas (es socialmente discriminatoria en la medida que solo los ricos se podrán dar al lujo, literal, de insultar al prójimo) y las ventajas de la ley (si el valor de la sanción revierte para las víctimas del insulto, no faltarán cojos, transformistas y testigos de Jehová subitamente enriquecidos). Infelizmente, no se preven discusiones sobre el tipo de cabezas capaz de inventar semejante delirio.Quizá ni sea preciso. A escala individual, es de conocimiento común que las causas y la voluntad de reforma global que les está subyacente intenta conpensar las existencias irreformables de los respectivos defensores. Es facil berrear contra el cambio climático, la xenofobia y demás desgracias así, imaginarias o genéricas: dificil es aplicar las mismas reglas virtuosas al propio comportamiento. Dicho de manera inversa, la ineptitud para orientar debidamente una vidilla simplona suscita el deseo de perfeccionamiento del mundo entero.Los zelotes de la intervención social sona versión elaborada y peligrosa de las concursantes de Miss Universo, Miss Portugal o Miss Charneca da Caparica, las cuales quieren siempre acabar con el hambre en el mundo mientras sufren de bulimia. La diferencia es que raramente la Miss Charneca de Caparica llega a un cargo de responsabilidade; los zelotes, que mantienen la basura en la cocina mientrs planean la limpieza del planeta, sí. Dónde está el peligro? Cuando en la calle o en el Facebook un activista reclama la abolición de los automóviles privados o a institución de la identidad de género, el activista da pena. Cuando lo hace como ministro, da miedo.Decir que el actual Gobierno español está repleto de activistas es decir poco. Si el problema se restringiese a la geografía, bastaba crear una frontera psicológica a lo largo de la desactivada frontera terrestre, evitar poner un pie en Badajoz, y dedicarnos a observar a los vecinos como a los bichos en el zoo, entretenidos con las bananas, perdón, con la corrección de mentalidades, el fomento de las igualdades y la limitación de las libertades.Sucede que el problema no es sólo español. Todas las democracias actuales son, de manera creciente, permeables al ascenso público de sujetos que ornamentan con idealismo las rematadas nulidades que son. Dada la fascinante inepcia en entender el mundo que le rodea, ligero óbice que acostumbra inspirar la masacre de la economía privada y de las finanzas públicas, el izquierdismo dominante, suave o terminal, procura reducir el mundo a la dimensión de su entendimiento. Aun hoy, los marxistas, tendencia Karl, lidian con la realidad el modo con que los marxistas, estilo Groucho prometían lidiar con los principios: si no les gustan, tenemos otros.De los principios la izquierda no abdica. De la realidad abdica en un ápice, y esta deficiencia cognitiva de que o pionerismo legislativo del tal Ministerio de Sanidad constituye un mero ejemplo, se desgina clinicamente como demencia, una dolencia que en España costará multas a quien la constate pero no, curiosamente, a quien la exhibe. Solo en España?"