19 febrero 2014 por prosperaenmedio
Con el cine o con los libros me pasa como con el vino, no soy experta, no lo analizo, sólo sé si me gusta o no me gusta. Y si recomiendo algo es porque a mí me ha cautivado. Partiendo de esa base, el otro día disfruté tanto viendo una película, que no podía pasar por alto la oportunidad de recomendarla en este marco.
Una cuestión de tiempo (About time) es una de esas cintas que te hacen reír, llorar, sentir y pensar, en definitiva, pasar un buen rato… Dos de las premisas con las que la describen podrían producir el rechazo de algunos: es una comedia romántica y el protagonista puede viajar en el tiempo. Pero, a pesar de que son ciertas, ninguno de los dos aspectos se perciben de forma negativa. Dista mucho de ser la típica y tópica historia de amor de chico conoce chica y se enamora después de pasar un momento crítico en su relación. Nada que ver. Y lo de los saltos en el tiempo no es más que una excusa para hablar de otros matices en la historia que sí son trascendentales.
También hay varias razones por las que podría resultarles atractiva. Para empezar, es del director de Cuatro bodas y un funeral y Love actually, Richard Curtis, y éste vuelve a contar con el fantástico Bill Nighy que hace un papel brillante. El chico, Domhnall Gleeson borda su personaje y no es el típico guaperas de esta clase de películas. Y la prota es una dulce y encantadora Rachel McAdams. El resultado es una auténtica delicia.