Una de cine: Aliados

Por Julio Alejandre @JAC_alejandre

Aliados, película ambientada en la SGM, nos presenta a una Marion Cotillard en todo su esplendor y un Brad Pitt desconocido, con un aire de madurez que le siente bien, no sé si conseguido por efecto del maquillaje o por alguna de esas operaciones de cirugía estética a la que tan aficionados son los famosos. Aunque en Aliados se cuenta una historia de espionaje, la película tiene algunas originalidades que le dan valor y la alejan de ese género tan manido.

A mi modo de ver, la cualidad más importante de la película es que se aleja de ese maniqueísmo que impregna todas las películas norteamericanas sobre la SGM, que nos presentan a todos los alemanes como nacis, malos e imperdonables, y que acaba haciéndolas tan monótonas y previsibles. Sin embargo, y sin que la cosa sea para tirar cohete, Aliados nos presenta al menos un personaje más complejo y lleno de claroscuros.

Además, aunque se trata de una película bélica, no vamos a encontrarnos muchos minutos de acción trepidante más allá de la parte inicial, durante la aventura preliminar donde se desarrolla el planteamiento argumental. La mayoría del metraje, Aliados nos cuenta una historia que transcurre en la retaguardia, en un Londres amenazado por las V1 de la Luftwaffe, la historia de la relación entre los dos protagonistas. Pero, ojo, no se trata de un amorío de paso con la excusa de la guerra, de esos de aquí te pillo, aquí te mato, sino que nos presenta a una pareja con vocación de largo recorrido, que se va construyendo (o destruyendo) poco a poco con fidelidad, cariño, confianza y desconfianza, y donde los viejos secretos precipitan el desenlace.

Completan el panorama un guión contenido, que fluye sin demasiados artificios, una fotografía de calidad y una ambientación bien cuidada. Y listo, porque lo demás resta: escenas que no cuelan, como el atentado contra un general alemán, que parece sacada de una película de los años cuarenta, personajes secundarios excesivamente planos, actitudes y reacciones poco naturales, casualidades y otros elementos que disparan el escepticismo del espectador, incluyendo un final que se ve venir desde lejos.

En conclusión, una película con algunas virtudes, buena para pasar el rato, y poco más.