Años y años siguiendo la pista de este disco. 'Bluejeans And Moonbeans'. Un señor discazo. Despacito, con paciencia pero a ritmo, me fui haciendo con distintas y preciadas piezas que iban a parar a mi galería privada: 'Safe As Milk', 'Mirror Man', 'Ice Cream For Crow'... ¡Pero pardiez que no llegaba a dar caza al gran venado estelar del capitán!.
Años y años considerando que "Further Than We´ve Gone" era un ejemplar magnífico y único en su especie, vinculado emocionalmente eso sí, al "Flute Song" de Quicksilver Messenger Service o al "Grace" de Country Joe And The Fish... Ya saben, ese raro ejemplar de canción que tiene la cualidad de ponerte la piel de piel de gallina y volverte los ojos vidriosos. De llevarte 'muymuymuy' lejos y hacerte creer de nuevo en la bondad y la belleza del mundo.
Don Van Vliet siempre quedará vinculado entre a otras muchas cosas a un sonido afilado, áspero y astillado... A Blues críptico, sucio y desestructurado. A fría locura. Pero aquí como que decidió deshacerse en parte de la penumbra y mostrarse más abierto, luminoso y cálido que nunca. La dulce melancolía de "Observatory Crest" y "Bluejeans And Moonbeans" así como de la encantadora desesperación de la ya mencionada "Further Than We´ve Gone" (por favor que Dios no me deje sordo para poder escucharla toda la vida) dan buena prueba de ello.Mientras escribo estas líneas sobre el disco en general y sobre LA CANCIÓN en concreto me han venido mil imágenes a la mente: Mil llegadas al hogar después de un duro día, mil suspiros de 'agustitez' y felicidad, mil retos superados, mil aventuras por llegar, mil atardeceres, mil miradas de complicidad con mi amor... Y eso no lo transmite cualquier canción. Digo.