Escribir es una forma de expresar nuestros pensamientos y sentimientos, muchas veces el escritor escribe porque con ello puede relajar su alma, muchos de los concejos que un escritor puede plasmar en sus escritos son consejos que el mismo escritor necesita, son palabras de aliento que el mismo se da, el arte de escribir genera tranquilidad y consuelo para muchas personas, más aun cuando su angustia, desesperación y lamentos están controlando su estado de ánimo.
Un buen escritor no es necesariamente el que más libros venda o el que más conferencias ofrezca, un buen escritor es el que plasma su alma en sus escritos, el que encuentra placer en el arte de escribir, el que desahoga y alegra su alma con cada escrito que realiza, lo mejor de escribir es que es una útil herramienta para conocernos a nosotros mismos.
Un comediante dijo que: "la primera obligación de todo ser humano es ser feliz y la segunda es hacer felices a los demás", los escritores en algunos casos tratamos de ser felices con nuestros escritos y quien quita quizá a otras personas esos escritos también pueden servirles un poco para ser felices, eso es una de las cosas que el personal yo puedo hacer para tratar de que otros sean felices, aunque lo cierto es que soy una de las personas que menos feliz es, pocas veces experimento la felicidad absoluta casi todos mis días me siento en un estado neutro, ni feliz ni triste, mi vida muchas veces es aburrida y faltante de emociones en todo aspecto.
Es difícil darle felicidad al mundo cuando eso es lo que más te hace falta, sin embargo la generosidad no es dar lo que te sobra sino lo que más necesites, por eso aun si vivo lleno de lamentos y tristezas prefiero tratar de ayudar a otros a ser felices que renegar por mi vida sin emoción, las tristezas de mi corazón no sanan con más tristeza, sanaran tratando de generar alegrías en este mundo que tanto amo y desprecio a la vez.
Traten de ser felices, aun si hay pocos motivos para hacerlo, compartan lo mejor de ustedes con el mundo, la vida muchas veces es una porquería pero al final de cuentas está en nosotros el resignarnos y conformarnos con lo malo o buscar lo bueno y disfrutar de ello.