Corría mayo de 1937 y Azaña acabó de
decidir el nombre de quien sería el último presidente del Gobierno republicano…
El hasta entonces ministro de Hacienda se había formado principalmente en
medicina, aunque posteriormente había estudiado química y economía… Negrín,
perteneciente a una familia de comerciantes de Las Palmas, era un hombre
ilustrado que hablaba seis idiomas. Se había formado en Alemania y era
catedrático desde los 30 años. Aunque era un socialista moderado, un
simpatizante del SPD alemán favorable al mercado (fue el primer suscriptor en
España de The Economist), a
las libertades individuales y contrario al comunismo, su relación con el PCE no
era hostil…
El peso creciente de sus competencias
políticas obligó al doctor a abandonar su carrera científica, decisión que
lamentarían sus alumnos, pues Negrín, además de científico, fue un profesor muy
querido por sus estudiantes, entre ellos el futuro Nobel Severo Ochoa…
Negrín: elogio de un hombre odiado. AuroraNacarino-Brabo. ‘El País’ 2-12-2017
Lograron hacer creer que España era Franco
y Mola y el fascismo y la dictadura, lograron revivir la leyenda negra del
imperio español, oponiéndolo a las
democracias europeas, para ello ocultaron los fascismos inglés y francés, amén
del alemán e italiano, ocultaron la explotación y los campos franceses,
alemanes, belgas,… en África, el imperio inglés en el mundo o la reciente y
repetida intervención militar británica durante años en Irlanda.
Lo peor de todo es que muchos
españoles se lo tragaron. La secesión en Cataluña ha hecho aflorar la crisis en
España, los nacionalistas periféricos han logrado que muchos españoles desafectos sigan sus
postulados secesionistas, ello a pesar de sus ideales supremacistas, de su ideología
católica tradicionalista-carlista y de su extendida práctica fascista.
Llama la atención que amplios
sectores de población apoyaran objetivos neoliberales y siguieran
considerándose de izquierdas, ¿cómo fue posible que durante años asumieran la
creación de desigualdades primando a los supremacistas catalanistas? Un gran
salto de progreso se produjo en el pasado cuando el futuro de una persona no se vinculaba a
su apellido, daba lo mismo donde se naciera, todos con iguales derechos,
defendieron los progresistas, desde hace 300 años, hoy ya no. Ahora en Cataluña ayudan que los
apellidos catalanes tengan el monopolio exclusivo del poder ¿Qué pasó para que el racismo
y el tradicionalismo carlista, cimientos de la ideología de los
independentistas se extendiera con tanta facilidad?
Sobre todo llama la atención que
quienes apoyan estas ideologías, objetivos y métodos se consideren progresistas.
Muchas gentes son realmente de la izquierda
reaccionaria, esto era un hecho
evidente, nada es lo que fue, la realidad vivida recientemente descubre
aspectos que dieron contenido al concepto. Difícilmente puede considerarse
progresista a quien defiende desigualdades, por
no hablar catalán, por haber nacido en otra parte, por no apoyar mi religión… por
crear fronteras, por apartar, despedir, despreciar, odiar, por violentar a los
otros, por asumir como propia la representación del pueblo,… tampoco es tan difícil comprobar estos aspectos, solo
mirando los apellidos de las élites políticas, económicas, sociales, se
comprueba el inmenso peso catalanista y la ausencia de la mayoría de apellidos
de los que nacieron y viven en Cataluña.
Un aspecto que explica lo anterior
es el desprecio que existe por España y lo español en muchos sectores de
población que data de la época franquista, pero los españoles, los catalanes, como
todos los demás en todas partes y todas las épocas, la gente es diversa, y
cambiante, solo existe la idea de pueblo homogéneo en el ideario populista,
nacionalista, fascista. Igual que existieron los indios sioux y Toro Sentado,
también el General Custer y el 7º de Caballería; en España el fascismo y también
los anarquistas, la tradición carca y los liberales y republicanos…
Seguro que encuentran argumentos para justificar rechazar decir haber nacido en España, por no sentirse como los ultras, ni con la idea de que
le asimilen a la España franquista, ni siquiera quieren ser rozados con símbolos
que ven utilizados patrimonialmente por el PP, ni con ideas rancias de la
patria fascista… Algo de ésto desarrollé en mi trabajo ‘Sobre el patriotismo democrático’. Ahora me quiero referir al
desconocimiento de España y lo español al que nos hemos ido acostumbrando como
lo normal.
El secesionismo catalanista ha
captado enormes simpatías de no catalanes, lo acompaña el desprecio por el
nacionalismo español que nunca hubo para los nacionalismos periféricos, pero
los cabrones, fachas, explotadores, mea pilas, aristócratas, explotadores de
esclavos negros, etc. etc. fueron los
mismos, formaban legión en toda la piel de toro y Europa. Olvidaron los
fascismos francés e inglés, o el carlismo catalán y vasco navarro… fueron
embellecidos por relatos de resistencia y nunca puestos en duda ni criticados
en la España democrática, en la que lo español podía ser escupido, pero nunca
lo catalán.
Por extrañas razones se ha
considerado más democrático y progresista lo catalanista y lo vasquista,… un complejo de inferioridad
se extendió entre la población española considerando que aquellos periféricos
eran más modernos, más listos y productivos que el resto. Una gran mentira, tan
falsa como los duros de madera.
Durante el siglo XIX y XX los
intelectuales catalanistas han escrito cientos de páginas justificando diferencias,
reales o inventadas, que les situaran siempre en lo alto del resto de
españoles, -catalanistas preocupados porla raza catalana-. Esas razones supremacistas afloran desde hace 30 años
acompañando el process, el desprecio
y la violencia al otro, al español, que como todo despreciado y enemigo no se
le reconocía conciencia de sufrimiento.
Volvamos al comienzo del artículo. Cuando
hablen de España y los españoles, incluyan al último Jefe del Gobierno durante
la II República, Sr. Negrín, y al Presidente de la II República, Sr. Azaña, y a
todos los españoles que lucharon por la igualdad, la libertad y solidaridad. Y
para comparar con la lista de catalanistas del XIX, citada anteriormente, facilito
una serie de nombres de españoles que convendría conocer, de la misma época
pero éstos son progresistas, regeneracionistas, ilustrados,… científicos, catedráticos,
pensadores, escritores, colaboradores de publicaciones liberales, republicanas,
socialistas, anarquistas,…
Leopoldo Alas Clarín, Rafael
Altamira, Álvaro Alvarez-Buylla, Gumersindo de Azcárate, Pío Baroja, Eduardo Benot,
Julián Besteiro, Vicente Blasco Ibáñez, Ignacio
Bolívar, Odón de Buen, Cossío, Joaquín Costa, Rafael María de Labra,
Joaquín Dicenta, Pedro Dorado, Pedro Estasén, José Fernández Nonidez, Francisco
Giner de los Rios, Augusto González Linares, Anselmo Lorenzo, Antonio Machado,
Lucas Mallada, José Martínez Ruiz, Benito Pérez Galdós, José de Perojo, Adolfo
Posada, Santiago Ramón y Cajal, Manuel Revilla, José de Rodríguez Carracido,
Rafael Salillas, Nicolás Salmerón, Aniceto Sela, Luis Simarro, González Solás y
Saavedra, Miguel de Unamuno, Federico Urales, José Ustáriz, Jaime Vera, Antonio
Zulueta… son unos pocos españoles que chocan con esa idea rancia de lo español fabricada
por algunos para intentar justificar su placentera supremacía moral/intelectual.