Una de periodistas

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Siendo éste un blog en el que confluyen varios periodistas, y a fuerza de parecer ombliguista, hoy quiero escribir de esta vilipendiada y apaleada profesión.

Hace unos días varias decenas de periodistas se juntaron en Tenerife, y en toda España, para reivindicar la necesidad del periodismo ejercido por profesionales. Allí estuvimos muchos.

Ese 3 de mayo reunió en unos cientos de metros cuadrados a periodistas, pseudoperiodistas, aficionados, estudiantes y, desgraciadamente a muchos compañeros y compañeras encuadrados en el injusto marco del desempleo.

Pero también había personajes que, afortunadamente eran pocos y en este mundo nos conocemos todos, estaban manifestándose contra la precariedad de quienes ejercen el periodismo cuando, antes de ayer en la época de las vacas gordas, estaban siendo ellos los despedidores; los tahúres; los que informaban para decidir renovaciones o no de contratos; los que tenían bajo su mando a periodistas sin contrato; los que ejercían la más feroz censura o negación de la realidad al toque de pito de sus amos de entonces.

Esa paradoja fue reflexionada y digerida por mi casi al instante. Básicamente debido a que por cada elemento veleta de éstos a los que me refiero, había una veintena o más de excelentes profesionales; de gente que considera el periodismo, el buen periodismo, una herramienta esencial para que los ciudadanos sepan lo que pasa y puedan crear sus propias opiniones.

Por ello, y a pesar de todo, sigo creyendo en los verdaderos periodistas; los que ejercen; los que ejercieron; y los que ejercerán con dignidad y honestidad esta profesión.