Siempre he sido de la conclusión de que los días de siesta no son tan buenos como los pintan. Sin ir más lejos, últimamente, mis pestañas están en huelga y se me ponen farrucas: que quieren plegarse por las tardes, oye… Y yo algunos días, les doy una tregua y acaricio la almohada acalorada en forma de premio, porque la verdad es que no me dan mucha queja y mis fans dicen que son mu bonitas, así que habrá que cuidarlas y no echarles mucho rímel.
Este día también está siendo de toalla pensante, de recién salida de la ducha con sus cuatro canciones sin interrupción de Cadena Dial y de ganas de escribir algo que no sea negativo de este día que no deja de ser otro más anodino, válgase la rima fácil.
Así que hay va mi ejercicio de sonrisas de hoy:
5) Escuchar la versión en español de la Beyoncé de “If I were a boy”, una canción que tanto he escuchado porque suelo explotarla en mis clases… ¡Nunca la había escuchado traducida! Y me ha regalado un par de carcajadas
4) Ver a mi madre ser una verdadera fanática del WhatsApp, incluir en sus conversaciones cosas como “Veo que estás en línea” y saberme que no todo está perdido…
3) Disfrutar con un capitulo más de la segunda temporada de Frágiles y ver a ese Santi Millán madurando tan… bien y verme contagiada de las bonitas carcajadas de la actriz Sandra Ferrús.
2) Soñar despierta con mejores risas, playita=peleas de enamorados, gran compañía y palomitas de mantequilla.
1) Pensar en que mañana disfrutaré de un bocadito de esta preciosa chuche que mi hermanito me ha regalado amén de mi amor por esta lindísima cerdita inglesa.
Me encanta este ejercicio, porque me obliga a pensar más allá, a darme cuenta que de verdad he vivido otro día plenamente aunque a primera vista solo creyera que había pasado de puntillas por sus horas. Me he dejado más momentos sin listar, pero me imagino que se quedarán para mi próximo cuento, ese que supuestamente debería estar escribiendo ya, pero al que no hago nada más que darle vueltas en mi cabeza y saberme perdida en su totalidad. Ahí lo dejo…