Sin embargo, no se puede afirmar con rotundidad que el final de Lost sea una estafa por no darnos nuestras ansiadas respuestas, ya que jamás los guionistas se han molestado en darlas a lo largo de sus seis temporadas. Lo único que han hecho, ha sido poner más y más interrogantes que lamentablemente jamás tendrán respuesta.
Siempre me he mostrado especialmente crítico con esta serie, y no porque no me gustase, sino porque llegó un momento en el que el rumbo que tomó no me gustó en absoluto. La primera temporada me encantó, sobretodo por su originalidad y versatilidad, al contarnos una historia de unos náufragos en una isla misteriosa, en el que en cada capítulo gracias a sus flashbacks conocíamos más a estos personajes. Sin duda, estos saltos en el tiempo es la marca de Perdidos ya que para mí representaban la parte más importante de la serie. El hecho de ver como unos personajes totalmente normales tenían que afrontar sus fantasmas y temores en un lugar hostil me pareció una idea genial y totalmente nueva.
Según fueron pasando las temporadas, las intrigas que ocurrían dentro de la isla iban cogiendo más importancia, haciendo de ellas el cebo que hacía que todo el mundo se enganchase a esta serie, relegando a los personajes a un segundo plano alejándose de la coherencia de estos en la primera temporada. Es evidente, que muchos pueden defender el final argumentando que lo importante eran los personajes, lo cuál es muy válido, pero también hay que mencionar que estos han sido maltratados para convertir a Lost en un producto adictivo como ninguno, buscando siempre un “boom” al final de cada capítulo. Una herramienta de los guionista que no deja de ser bochornosa visto el final. Esto no es Six feet under donde los personajes son lo importante, esto es Lost.
El primero el malísimo por excelencia de la serie, que siempre parecía estar pensado una cosa mientras hacía otra. Parecía que era el hombre de las respuestas, sin embargo finalmente descubrimos que no tiene ni idea de nada, lo cual hace instantáneamente que pierda la coherencia toda la historia, ya que no me imagino a ningún padre dejando morir a su hija porque sí. Lo de Richard es mucho peor, un hombre que no envejece, cuya sabiduría brilla por su ausencia a pesar de su longeva edad. Una vez más cuando descubrimos que tampoco es el hombre de las respuestas que todos esperábamos, ocurre exactamente lo mismo, el personaje pierde toda su verosimilitud porque es incomprensible que nadie este haciendo un trabajo durante más de un siglo sin saber que puñetas está haciendo realmente. Al conocer este hecho en los dos personajes, ambos pierden todo su carisma, de ahí el bochornoso papel que tiene Linus durante toda esta temporada, siempre con cara de perrito arrepentido.
Pero el colmo de los colmos viene con la historia de Jacob y Humo negro. Es evidente que ellos tampoco tenían idea de nada ya que fueron tan humanos como cualquiera, lo cual resultó realmente decepcionante. Finalmente, todo se simplifica en que Antijacob no puede dejar la isla porque sí, porque la madre loca le quería tanto que le era imposible dejarle marchar del nido. Humo negro no era Satán, ni Jacob es Dios, solo otro par de ignorantes, con la diferencia de que Antijacob era el único con sentido común al querer descubrir que hay más allá de la isla. Ni se iba acabar el mundo, ni Apocalipsis, ni nada de nada iba a pasar si el pobre Humo negro abandonaba la isla, sin embargo todo el mundo le hacía le ponía la zancadilla para que no saliese de la isla porque sí, ya que está es para mí la serie del porque sí, debido a que nadie sabe el porque de lo que está haciendo. Y bueno no entró en lo de la cueva de los deseos porque eso si que no hay por donde cogerlo.
Cuando se plantean preguntas se tienen que dar al menos algunas respuestas. Todos teníamos asumido que no iban a darnos todas las respuestas, pero lo del último capitulo ha sido una tomadura de pelo. No se puede vender Lost como una serie de intriga para después de seis temporadas te dejen con cara de tonto al hacer un final inverosímil y menos elaborado que cualquiera de nuestras hipótesis de una sábado de borrachera.
Sin embargo, si sois de los que os gusta más disfrutar el camino que llegar al destino, no dudo de que esta es vuestra serie y la defenderéis con uñas y dientes. No obstante, este final ha hecho que Perdidos no llegue ni de lejos a ser una de las mejores series de la historia como muchos hubieran deseado, y este es un dato objetivo a mí entender.