Seguramente muchos me diréis que ninguna derrota es oportuna, pero como derrotas tiene que haber, las prefiero ahora, que hay solución, que más adelante cuando nos estemos jugando las habichuelas.
Es un buen momento porque no creo que Ajax o Appoel tengan posibilidades de pasar la eliminatoria, y en el mano a mano teórico ante Paris S.G. un 3-2 en el partido de ida es remontable en casa. Y en cualquier caso, tampoco es demasiado trascendente pasar como primero, la experiencia nos dice que con las normativas de los goles a domicilio, muchos entrenadores de los que juegan con la táctica de moda(1-5-5-0) prefieren la vuelta fuera para que su sentido de la especulación tenga más opciones de triunfar, ante el apoyo espectacular de unas aficiones que disfrutan viendo a su equipo encerrado 89 minutos defendiendo un gol de rebote.
Ayer, el Barça volvió a su peor versión, al 4-3-3 ante un centro del campo rival formado por 4 y 5 jugadores, los laterales subiendo al mismo tiempo, Alves regateando una y otra vez(y perdiendo balones una y otra vez) a Busquets disperso y ausente y a Pedro irreconocible.
La derrota, facilmente superable, viene bien porque a Luis Enrique le da los argumentos para tomar medidas, y se los da con tiempo para ello. Y de la misma manera en que Piqué va a resurgir, va a levantarse, va a salir de su ostracismo gracias a sus partidos en el banquillo, espero que alguno de los jugadores que no están en forma(Alves, Alba, Busquets, Pedro) se tomen unos descansos adecuados y recuperen sus mejores versiones.
Seguro que a Luis Enrique, esta derrota le va a abrir los ojos, y a alguno lo veremos próximamente en la grada pensando en el pasado.