Una detective inesperada
"Phryne vació su copa.
-Al parecer, me he convertido en una investigadora -reflexionó, tomándose en serio la idea-. Podría resultar divertido, pero mientras tengo el champán (...) -gritó, levantando la copa, de nuevo llena.
La vida era fantástica."
Fragmento de Una detective inesperada de Kerry GreenwoodUna detective inesperada es la primera aventura de la detective australiana más glamurosa y divertida que el continente oceánico ha conocido y que ahora, de mano de Ediciones Siruela, cruza medio planeta para irrumpir en nuestro país.
Phryne Fisher es una mujer muy elegante y rica, no tiene intención de casarse jamás y, aún menos, de tener hijos. Aprovecha su fortuna para embarcarse en todo tipo de aventuras, tanto amorosas como sólo arriesgadas. Pilota su propio avión, le encantan los coches de carreras, su mejor amiga es una doctora (que desafía el machismo imperante a principios del siglo XX con su título de médico y sus ropas masculinas), fuma y hace todo aquello que se considera impropio en una señorita. Aún así, se gana el corazón de todos por su inteligencia, su bondad y su amor por el peligro. Nunca sale de casa sin un fajo de billetes, una cajetilla de tabaco, un mechero y su revólver en el bolso.
Me han encantado los dos taxistas comunistas y sin vergüenzas de Bert y Cec, ambos muy amigos, que se ven por pura casualidad envueltos en los asuntos de Phryne. Desde ese momento, se convierten en sus compinches de fechorías, eso sí son anticapitalistas totales y no aprueban el estilo de vida de las clases altas a las que pertenece Phryne.
Otra pieza clave es Dot, la doncella de nuestra detective que, al principio, se muestra incómoda con las actividades de su señora, pero que pronto se vuelve un activo muy valioso. Lista y honrada, sigue siempre las instrucciones de Phryne y la sorprende, en más de una ocasión, con su agudeza.
Luego está el inspector Robinson y el resto de la policía de Melbourne que, a duras penas, le siguen el ritmo a Phryne y que a regañadientes se sirven de la inestimable ayuda.Y completando el grupo está la doctora MacMillan, que aunque opina que Phryne se arriesga demasiado, siempre está dispuesta a echarle un cable.
En términos más superficiales, la portada me es preciosa, la encuadernación de calidad, y el título que se le ha dado en España me parece mucho más acertado que el original Cocaine Blues (El Blues de la Cocaína) es directo pero poco descriptivo.
Personalmente, he pasado unos ratos muy buenos y entretenidísimos. Es de esas historias que encanta leer al final del día porque te reconfortan y deleitan con su humor fino y con sus enredos. Aunque creo que es un libro que gustará más a las lectoras, por su trasfondo feminista (encarnado no sólo por Phryne, sino también por otros muchos personajes) y porque, por una vez, se trata de una detective, no de la típica historia policial protagonizada por un hombre.
Creo que no queda duda de que he disfrutado leyendo Una detective inesperada de Kerry Greenwood y de que os la recomiendo con gran insistencia. Le doy las gracias desde aquí a Ediciones Siruela por darme la oportunidad de estrenarme con ellos y por reseñar esta magnífica obra, y espero que no sea la última. ¡Mil gracias!
Argumento: Una detective inesperada nos presenta la primera aventura de la clásica y moderna heroína que está conquistando a los lectores de todo el mundo. ¡Llega Phryne Fisher!
En efecto, desde que la intrépida Phryne pisa por primera vez el hotel Windsor, en Melbourne, se ve envuelta en una vertiginosa y entretenidísima trama: esposas envenenadas, estupefacientes, comunistas exaltados y policías corruptos. Por no mencionar los escarceos amorosos con el atractivo bailarín ruso Sasha de Lisse en las vaporosas salas del baño turco de Little Lonsdale Street...
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