“Una discapacitada en Oriente Medio es una mujer que no sirve absolutamente para nada”

Publicado el 27 junio 2011 por Daniela @lasdiosas

A pesar de su “triple discapacidad” (mujer, parapléjica y kurda de Siria) Chavia Alí es licenciada en Derecho por la Universidad de Alepo y preside hoy la única asociación para discapacitados de Siria. No en vano, Alí es hoy un referente a nivel internacional en el tema de la discapacidad en Oriente Medio, una cruel pero desconocida realidad cuyas claves desvela la activista en esta entrevista.

“Mujer en Oriente Medio”. ¿Puede situarnos?

Ser mujer en Oriente Medio no es tarea facil. Nos vemos sometidas a una tradicion familiar que nos esclaviza y nos relega a un segundo plano. Vivimos para servir a los hombres y para parir y criar a sus hijos. Esa es nuestra mision en la vida.

“Mujer discapacitada en Oriente Medio”…

Aquí es cuando nuestra existencia cobra una dimension todavía mas dramática. El desastre comienza ya en la propia casa. La mujer discapacitada es generalmente sobreprotegida por su madre hasta el punto de eliminar su personalidad. Por otra parte, el padre, los hermanos etc, se limitan a reforzar la idea de que "es mejor que no salga para evitar que le pase nada". No resulta sorprendente que, al final, la discapacitada no se haya atrevido a ir a la escuela, y que, entre otras cosas, no sepa ni siquiera leer. A la familia ni se le ocurre pensar que su hija pueda ser una trabajadora en el futuro. Estamos hablando de una persona que no sirve absolutamente para nada.

¿Hemos de culpar únicamente al entorno familiar?

La tradición de Oriente Medio es responsable de la difícil situación de la mujer, pero también lo son los gobiernos. Se habla sobre el tema pero rara vez se consulta a los discapacitados a la hora de redactar las leyes. Por lo tanto, rara vez se llegan a eliminar las barreras físicas en las escuelas, ni se aportan medios para los alumnos invidentes o sordos…No obstante, más urgente es que se respeten nuestros derechos y que se nos ofrezcan los medios para integrarnos en la sociedad.

¿A qué derechos en concreto se refiere?

Pues a los más elementales. Sin ir más lejos, las mujeres discapacitadas de Oriente Medio no tenemos derecho a casarnos por lo que toda relación sexual de una mujer discapacitada, consentida o no, se castiga con la muerte. Evidentemente, aquellas que son ciegas o que están en silla de ruedas son presas aun más fácil de cualquier violador. Casi siempre es la propia familia la que se encarga de asesinar a la hija discapacitada que ha mantenido relaciones sexuales fuera del matrimonio mientras que los violadores y los asesinos salen generalmente libres de culpa.

¿Hablamos de casos aislados o, por el contrario, de una situación recurrente?

Son miles de casos cada mes pero no existen datos oficiales. Me viene a la cabeza el de aquella niña iraquí a la que se le abultó el vientre. Su familia la ejecutó al pensar que se había quedado embarazada, pero la autopsia revelo que no era un embarazo sino un cáncer lo que había hinchado su tripa.

En mi ciudad, Alepo, recuerdo el caso de una niña de 11 años con una minusvalía psíquica. Varios hombres de su edificio la bajaban a diario al garaje, donde era violada. Así durante meses. Debido a su discapacidad mental, esta niña apenas era consciente de lo que sucedía. Al final acabo embarazada, lo que llevo a su padre a asesinarla para "limpiar el honor de su familia". Ninguno de los violadores fue a la cárcel ni recibió castigo ninguno. Es más, me consta que muchos de ellos disfrutan hoy de una vida “normal” de casados, con hijos, etc.

¿Y la Ley?, ¿no actúa?

Es que ni siquiera se habla de ello. Se silencian las violaciones a las mujeres discapacitadas porque se tiene miedo de lo que la gente de la calle opine sobre las familias de las violadas. Se prefiere matar a la víctima en secreto en vez de perseguir a los culpables y ”limpiar” así el honor de la familia. Si se aplicara el código penal tan solo una vez, serviría de revulsivo para actuar sobre todos y cada uno de los casos. Además, el violador tendría un doble castigo por violar a una mujer que es discapacitada. Lamentablemente, esto no ha ocurrido todavía.

La guerra endémica en la región no ayuda, ¿no es así?

A la enorme estela de amputados y heridos tras las guerras de Irak y Palestina hay que añadirle el reguero de violaciones a mujeres indefensas. Esto es de dominio público, pero lo que se desconoce es que la mayor parte de las mujeres violadas durante de las guerras son también discapacitadas. Además, las mujeres con discapacidad mental también son utilizadas como portadoras inconscientes de bombas que arrasan con las vidas de muchos otros y de ellas mismas. Esta imagen que se ofrece al exterior como “terroristas suicidas” no ayuda en absoluto a mejorar la opinión sobre la mujer discapacitada en Oriente Medio.

Por Karlos ZurutuzaFuenteRebelión