Aunque aún no haya llegado la Semana Santa toca confesarse. Yo crecí en un colegio de monjas y viví incontables momentos emocionantes y divertidos en el grupo de acampada, Montañeras. Y sí, el colegio era femenino. Por eso puedo y debo decir que Javier Ambrossi y Javier Calvo han creado un mundo bastante cercano a la realidad en , salvo por la piscina de la que disfrutan en la película. Esta es una adaptación de la versión teatral, que ha cosechado también mucho éxito, que gira en torno a dos adolescentes, María y Susana, con las hormonas como es normal revolucionadas, que son castigadas a permanecer unos días solas a cargo de dos monjas. Es una película divertida, fresca, que incorpora muchos elementos comunes en el universo de los jóvenes de hoy y que los adultos nos emperramos en ocultar, con buena música y mucho sentido del humor. Y los llamados "javis" han conseguido captar la maravillosa ingenuidad de muchas religiosas y sobre todos sus ganas de ayudar a sus alumnas, que han visto crecer, aunque no siempre su fe sea compartida. El cuarteto protagonista, compuesto por Macarena García, Anna Castillo, Belén Cuesta y Gracia Olayo aportan una gran dosis de ternura a una trama que podría ser inverosímil si ellas no lo hicieran posible.
En definitiva, es una de esas películas frescas y divertidas que se agradecen, sin dejar a un lado que necesitamos también largometrajes críticos y de denuncia social, pero, de vez en cuando, cuerpo y mente agradecen unas risas, un recuerdo nostálgico y cargado de cariño de esa tempestuosa etapa que es la adolescencia y, sobre todo, la presencia curativa de la música.