Los documentos en pantalla son todos iguales. Cuando escribes a mano, añades un referente “espacial”, eres capaz de recordar si lo que escribiste lo hiciste en la página de la derecha o de la izquierda, si estaba al principio o al final de la hoja, si empezabas un párrafo o no...8.Uso de papelería: cuadernos, bolis, plumas, lápices, etc. El placer de buscar un cuaderno exactamente cómo quieres: rayado, blanco, con cuadrícula, con espiral, encuadernado, de un determinado color, con una ilustración de tu película favorita, con una frase que te inspire...El placer de la primera hoja de ese cuaderno. El placer de terminar un cuaderno y repasar todas esas hojas llenas de escritura, ordenada a veces, caótica otras, anotaciones que ni siquiera recuerdas que eran, nombres, teléfonos...una especie de repaso rápido a esa etapa de tu vida en la que ese cuaderno te ha acompañado. Escribir con pluma cambiando las tintas, escribir con lápices hasta que se gastan completamente, descubrir bolígrafos nuevos, experimentar con el modo en que cambia la letra según con qué escribas....9. Anotar a mano como paso previo a pasarlo al ordenador. Hacer un esquema, hacer una lista, anotar los cuatro o cinco pensamientos que surgen antes de enfrentarse a escribir cualquier tipo de documento en un ordenador ayuda después a redactar ese trabajo sobre una base previa, las anotaciones a mano como un armazón sobre el que montar la construcción definitiva. Ayuda a no abrir el documento en el ordenador y decir ¿Y ahora de qué escribo?, sirve de “cimientos” a lo que se quiere decir después. 10.Las cartas.El email, los mensajes, el wasap tienen un millón de ventajas aunque nos han hecho increíblemente impacientes, pero es indudable que la inmediatez de recibir la información, las noticias o lo que sea es una mejora notable en la comunicación. Sin embargo nada de eso tiene el encanto de una carta manuscrita, de una nota. Recibir una carta manuscrita o escribirla, provoca sensaciones y sentimientos completamente diferentes, escribir una carta a mano requiere un tono y un ritmo que no se parecen en nada a un mail. Ni que decir tiene que una carta manuscrita siempre es distinta mientras que un email de trabajo, de un amigo o de tu banco, tienen todos el mismo aspecto. 11.Escribir por escribir.Con una anotación en el evernote, una grabación de audio, un recordatorio en el ordenador siempre se tiene una intención, un propósito. La mayoría de las veces no va más allá de “no olvidarlo” para luego hacer algo con ello: un informe, un post, un tweet jocoso, la compra al volver a casa. La escritura a mano puede tener ese propósito, llamémoslo práctico pero puede hacerse sin ninguna intención más allá de dejar fluir los pensamientos y escribir lo que va surgiendo esperando qué se nos ocurra algo mientras escribimos o sin esperar nada y encontrándolo por sorpresa al final de una frase. 12. Los textos manuscritos se pueden quemar. “Eliminar”, “borrar”, “enviar a la papelera”, “vaciar papelera”.Eliminar, borrar o suprimir no tienen ni de lejos el mismo encanto que quemar tus escritos.“¿Está seguro de que desea vaciar la papelera/eliminar/borrar? Esta acción no podrá deshacerse”Una vez que tiras la cerilla o echas los papeles a la chimenea, no hay vuelta atrás. Más drástico pero mucho más contundente. Las pantallas, internet, las redes sociales, poder compartir nuestras ideas y nuestros pensamientos al instante, dejarlos registrados sin miedo a que se nos olviden y poder retomarlos desde cualquier lugar del planeta con red es sin duda una gran ventaja, de eso no hay duda. Pero escribir a mano, abrir un cuaderno y, gracias al movimiento inconsciente de nuestros dedos llevando a cabo gestos que aprendimos casi sin darnos cuenta, ver nuestros pensamientos plasmados en un papel en un hilo invisible que conecta nuestro cerebro con la tinta que se fija en el papel es una experiencia que no debemos perder.
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