“Este edulcorante (Azúcar) no tiene nada de natural por lo que puede tener efectos nocivos sobre el metabolismo y contribuir a todo tipo de enfermedades. Aquí hay 10 razones perturbadoras por las que se debe huir del azúcar como de la peste.”
Es tan adictiva como la cocaina
Cero nutrientes
El azúcar industrializado (como la sacarosa y el jarabe de maíz de alta fructosa) que se usa habitualmente, no contiene ningún nutriente esencial (como proteínas, vitaminas o minerales) y sí un montón de innecesarias calorías, a las que por esta misma razón se las denomina “calorías vacías“. También causa la mayoría de las caries dentales, ya que este tipo de compuestos solo aporta una enorme cantidad de energía de fácil digestión para las bacterias perniciosas que viven en la boca.
Pésima para el hígado
El azúcar produce una gran cantidad de fructosa, una sustancia que puede sobrecargar la función hepática. Para entender qué tan es malo es el azúcar, es necesario comprender lo que pasa con esta sustancia cuando entra en nuestro organismo. Después de su ingestión y ya en el tracto digestivo se descompone en dos azúcares simples: la glucosa y la fructosa, que pasan de inmediato al torrente sanguíneo. La glucosa es un componente habitual y necesario, que de carecer de él es capaz de ser sintetizado por nuestro cuerpo.
La fructosa es un tema diferente. Nuestro cuerpo no la produce en cantidades significativas porque no hay necesidad fisiológica para ello. Además solo puede ser metabolizada en el hígado, pero esto solo sucede si hay una acumulación importante de esa sustancia y esta situación resulta muy nociva.
Puede causar esteatohepatitis no alcohólica e hígado graso
La fructosa se transforma en grasa a nivel hepático, una parte se elimina en forma de colesterol VLDL, pero siempre quedan residuos importantes en este órgano, por lo que comer grandes cantidades de azúcar puede provocar hígado graso y de este mal surgen todo tipo de problemas colaterales muy graves. Uno de estos posibles males es una grave afección llamada enfermedad no alcohólica del hígado graso (NAFLD), un problema creciente en los países occidentales que está fuertemente asociada con las enfermedades metabólicas.
Puede causar resistencia a la insulina
La insulina es una hormona muy importante en el cuerpo, ya que es la que le da la orden a la glucosa que está presente en el torrente sanguíneo para proceder a la quema de grasas con el fin de producir energía. También controla el nivel de este azúcar, ya que el exceso de glucosa en la sangre es altamente tóxico y una de las razones por las que se presenta la enfermedad llamada Diabetes, en sus distintas variedades
Una característica de la disfunción metabólica es que dicha hormona se vuelve “resistente” a la glucosa que proviene del azúcar, esto también se conoce como resistencia a la insulina y se cree que es uno de los conductores principales hacia muchas enfermedades como la obesidad, las afecciones cardiovasculares y la diabetes del tipo II.
Agrava la diabetes tipo II
Cuando se presenta la situación antes descrita, las células beta de nuestro páncreas producen más de lo mismo (insulina resistente) y los azúcares en sangre se disparan de forma que pueden causar graves daños. Con el tiempo la resistencia a la insulina empeora progresivamente y el páncreas no puede producir suficiente insulina para mantener los niveles de azúcar en la sangre en los niveles necesarios.
Puede ocasionar cáncer
El cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y se caracteriza por la multiplicación incontrolada de ciertas células que se malignifican y la insulina es una de las hormonas clave en la regulación de este tipo de crecimiento. Por esta razón, muchos científicos creen que tener constantemente los niveles de insulina elevados (una consecuencia del consumo continuo de grandes cantidades de azúcar) puede contribuir al cáncer.
Aumenta el apetito
No todas las calorías son iguales ya que los diferentes alimentos pueden tener distintos efectos sobre el cerebro y sobre las hormonas que controlan la ingesta y la metabolización de los nutrientes. Los estudios muestran que la fructosa no tiene el mismo tipo de efecto sobre la saciedad que la glucosa, ya que ésta controla la producción de la grelina u hormona del hambre, pero la fructosa no lo hace.
Es altamente adictiva
El azúcar puede ser adictivo para mucha gente ya que su consumo provoca una liberación de dopamina en el centro de recompensa del cerebro, por lo que el mensaje de “todo con moderación” puede ser una mala idea para las personas que son adictas a la comida “basura”, porque lo único que funciona para una verdadera adicción es la abstinencia.
Contribuye a la obesidad en niños y adultos
La manera como este producto afecta a las hormonas y al cerebro, es una receta perfecta para la acumulación de grasa, por lo que las personas que consumen azúcar en exceso son los más propensas a sufrir de obesidad o sobrepeso. Esto se aplica a todos los grupos de edad. Esto es especialmente grave en los niños, en los que cada porción diaria de bebidas azucaradas o de bollería industrial se asocia con un enorme aumento del riesgo de padecer obesidad. De hecho lo primero que se suprime en una dieta para adelgazar es justamente el azúcar.
Aumenta el colesterol y el riesgo de enfermedades del corazón
Durante muchas décadas, la gente ha culpado casi en exclusividad a las grasas saturadas de las enfermedades del corazón, que es el asesino Nº 1 en todo el mundo. Sin embargo nuevos estudios muestran que el azúcar puede ser una de las principales causas de las enfermedades del corazón por los efectos nocivos de la fructosa sobre el metabolismo. Los estudios muestran que grandes cantidades de fructosa pueden elevar los triglicéridos, el colesterol “malo” y los niveles de glucosa e insulina en la sangre (los principales factores de riesgo de enfermedades del corazón) y aumentar la obesidad abdominal en apenas 10 semanas.
Fuente: Econoticias