El ser humano suele nacer desprovisto de complejos y con un potencial enorme para encarar la diversión sin más. Aquellos que hemos tenido hijos o hemos sido maestros en la etapa de educación infantil sabemos que en un porcentaje muy elevado los niños responden de forma espontánea y activa ante propuestas que conlleven el juego o la relación con los demás. ¿Y qué pasa cuando este tipo de actividades implica una reacción ante la música? Uau, los niños pequeños suelen tener un mecanismo corporal natural y generalmente original que ante cualquier invitación al baile les activa y... ¡y cómo se divierten! ¿vamos a pensar por ello que en nuestra primera infancia vivimos y actuamos bajo los efectos de la leche materna? ¿Del colacao, quizás? No, nacemos para la alegría, para las relaciones abiertas y espontáneas, para el baile, para... ¿Y entonces? ¿qué ocurre durante el periodo que nos lleva del nacimiento a la adolescencia para que precisemos de estímulos para encarar aquello que de pequeños podíamos encarar sin más? Las imágenes de los llamados "botellones" previos a la entrada a las discotecas son sólo un ejemplo de lo dicho. Y hablamos hoy del alcohol, pero podríamos hablar también de las drogas, del tabaco...
Desde este blog y desde nuestra web no nos cansamos de repetir cuan necesaria viene a ser una Nueva Educación que tenga como un objetivo prioritario Educar para la VIDA. Dentro del currículum que propone la Escuela de la Alegría existe una área de aprendizaje a la cual llamamos Reír es Vivir, dentro de la cual se busca preparar a los niños para todo aquello que les pueda facilitar mantener en el futuro relaciones abiertas y a la vez poder crear o disfrutar de vivencias ricas y divertidas sin necesidad de estímulos. ¿Resulta esa propuesta tan surrealista? Educar a niños acostumbrados a reír, a bailar, a disfrutar plenamente de las relaciones, a... ¿a vivir? Y claro, luego podremos tomar una cerveza porqué nos gusta y está fresquita, o un vino tinto pues acompaña muy bien al jamón, o...
La Educación Tradicional mantiene a los niños sentaditos, callados, serios y concentrados en aprender tantas y tantas y tantas cosas inútiles... Luego salen al mundo y están perdidos y... y... y... y siempre acaban encontrando a alguien que les ofrece la "mágica solución": "Bebe de aquí... o prueba esto y verás..." ¿Vamos a seguir culpando a los adolescentes? ¿A la sociedad? ¿Y por qué no a la Educación?
Aquí tenéis el vídeo prometido... Es tonto, sí, pero en alguna escenas muestra esa relación entre el niño pequeño y el adulto en un reflejo que todos deberíamos mirar.
ESCUELA DE LA ALEGRÍA. EDUCAMOS PARA LA VIDA.
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