Una escapada relámpago a Vitoria-Gasteiz en un par de planes

Por Ana Pérez Villa @mundicolasblog

Tenéis dos días, un destino y no sabéis por dónde empezar. Si el lugar elegido es Vitoria-Gasteiz y las rutas urbanas ya os las conocéis, os proponemos dos planes alternativos por la provincia (Álava) que os gustarán. Por algo la llaman 'green capital'.

Llegamos a Vitoria un viernes por la tarde, así que primera misión: paseo por el casco viejo, cerveza de bienvenida y un sitio majo para cenar.

Nos alojamos en el hotel - restaurante Araba, un hotel coqueto, pequeño, confortable, con muy buen servicio y bien situado (fuera del centro de la ciudad, pero a 20 minutos caminando). Un tres estrellas con todas las comodidades y un desayuno continental muy rico (5 euros por persona).

El casco viejo de Vitoria no tiene pérdida y os gustará seguro. En la oficina de turismo ( pincha aquí) os enseñarán cantidad de opciones para descubrir la ciudad. ¡Ah! Y si sois de bici, estáis de suerte, porque en Vitoria tiene muchísimo tirón. ¡ Dentro vídeo!

Con respecto a la cerveza (si os va la cerveza artesana y de importación), nos recomendaron un par de sitios muy interesantes, en uno de ellos, justo cuando llegamos, había un concierto de rock, así que... buen ambiente:
Kitsch (c/ Canton de San Francisco Javier, 2)
Bar Guernica (c/ Pintorería, 19)

Para cenar encontramos un sitio próximo al hotel con raciones a buen precio y sidra de la rica. El Chigre Ali13 es un restaurante pequeño de comida astur, con grandes mesas de madera (para compartir) y platos en abundancia. Tiene bastante clientela, así que es conveniente reservar. Aunque a lo mejor vais y suena la flauta...


Una vez comidos y bebidos, y con un buen desayuno entre pecho y espalda, os contamos un par de planes para hacer en un día:

PLAN DE MAÑANA
Aunque nos despertamos con lluvia fina, decidimos visitar el parque natural de Gorbeia ( ver enlace) Hicimos una ruta corta, pero lo bueno si es breve... Disfrutamos del bosque, con su vegetación autóctona, algún pastor, ovejas pastando a sus anchas y unas vistas maravillosas. Los ojos se nos iban a las ovejas, ¿serían de raza lacha? (criadas principalmente por su leche para la elaboración del queso de la Denominación de Origen Idiazabal). Sin embargo, un pastor nos sacó de dudas: las que encontramos en nuestra ruta no eran lachas. Nuestro gozo en un pozo.

Las posibilidades de este espacio natural son infinitas. Podéis planificar varias rutas desde diferentes puntos. Ver enlace ( descargar folletos informativos).

Resumen de las rutas de Álava:

Senda Garrastatxu
De Katxabaso a Burbona
Distancia: 5,4 km
Tiempo: 1 hora 40 minutos
Dificultad: Media

Senda Altube
De Altube a Burbona
Distancia: 7,2 km
Tiempo: 1 hora 55 minutos
Dificultad: Baja

Senda Baias-Gorbeia
De la Casa del Parque al Gorbeia
Distancia: 10,5 km
Tiempo: 3 horas 15 minutos
Dificultad: Media-alta

PLAN DE TARDE
Este plan es muy especial, os removerá, estamos seguros. Es una actividad con historia, con presente, pero también con futuro. Se trata del Valle Salado de Añana, un enclave único en el mundo, con más de 6.500 años, donde veréis in situ el origen de la sal, cómo se produce y qué significa para el pueblo, su gente. Con la entrada de vuestra visita contribuiréis a la conservación y explotación sostenible de estas salinas.

¿Dónde está este espacio?
GPS: 42º 48'00.74'' N / 2º 59'06.91'' W 01426 Salinas de Añana (Álava)
Web: www.vallesalado.com

¿En qué consiste la visita?
Podéis reservar la visita directamente desde su página web. Nosotros realizamos la visita general al Valle Salado y al proceso de producción de sal (7 euros por persona). A continuación os recibirá un guía que os narrará la historia de las salinas, el proceso de recuperación y su peculiar construcción.

Conoceréis por qué hay sal en este lugar y en qué consiste el oficio de salinero. ¡Atentos! porque hay distintas variedades de sal. Recorreréis en grupo sus sendas, los canales y las diferentes terrazas donde se produce la sal. Seréis testigos de un proyecto global: arquitectónico, cultural, paisajístico, arqueológico, geológico e histórico.

¡Ah! Llevad toalla, porque al final de la visita podréis introducir los pies y las manos en las bañeras hipersalinas (súper saludable). Por último, no olvidéis pasar por la tienda para echar un ojo al catálogo de productos. La Sal de Añana no deja a nadie indiferente. Entre sus fieles seguidores se encuentran grandes chefs con Estrellas Michelín. Ahí es nada.
Recomendación: si al tomate de la huerta le echáis un poquito de esta sal... el éxtasis está garantizado.

Después de esta experiencia (de la que nos llevamos nuestro cubito de sal) os dejamos tiempo libre. Siempre podéis volver a Vitoria a buena hora y reponer fuerzas con riquísimos pintxos.

Ha sido una escapada breve, pero diferente, muy 'green' ¿verdad?. Si os habéis quedado con ganas de más, Vitoria siempre guarda mil motivos para volver.

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