Eleanor Alice Burford nació el 1 de septiembre de 1906 en Kensington, un suburbio cercano a Londres. Fue su padre, Joseph Burford, un hombre sin oficio estable, quien inculcó en la pequeña Eleanor la pasión por los libros de tal manera que a los cuatro años ya sabía leer y con diez empezó a escribir sus primeros relatos.
Tras finalizar los estudios básicos, Eleanor se formó en taquigrafía y estudió varios idiomas. Pero nunca tuvo la necesidad de trabajar pues al contraer matrimonio con George Percival Hibbert su vida daría un giro importante. George, comerciante acaudalado dedicado a la compra venta de cuero, que sentía la misma pasión que su joven esposa por los libros tenía tal holgura económica que permitió a su esposa dedicarse a su gran sueño.En 1941 consiguió publicar con éxito La hija de Anna, un cuento que firmó con su nombre y que le proporcionó el éxito soñado. Durante los años posteriores escribió y publicó varias novelas firmadas con su nombre real. A partir de entonces, su carrera literaria sería imparable. Años después nacía su primera novela y su primer pseudónimo, por el que sería más conocida.
Los años de la Segunda Guerra Mundial, los Hibberts se habían mudado de Londres a Cornwall donde había una playa conocida como Plaidy. Fue aquel lugar el que inspiró a Eleanor el nombre de su primer pseudónimo. Así, fue como nacería Jean Plaidy, el más famoso de todos sus nombres y con el que escribiría unas noventa novelas. La mayoría de ellas fueron sagas históricas protagonizadas por mujeres tan famosas como Leonor de Aquitania, Isabel la Católica, Catalina de Médici o la reina Victoria. Los Tudor, los Borgia y otras grandes dinastías históricas fueron objeto de sus historias, novelas muy bien documentadas que recreaban la vida de aquellos conocidos personajes y que llegaron a convertirse en lectura obligatoria en algunas escuelas inglesas.
Eleanor Burford dedicó toda su vida a la escritura. Retirada durante en tiempo en el King's Lodging, una casa antigua en Sadwich para pronto volver a su amado Londres en un apartamento con vistas a Hyde Park, pasaba todas las mañanas escribiendo y por las tardes respondiendo a las múltiples cartas que recibía de sus seguidores.
Eleanor viajaba dos o tres veces al año con su máquina de escribir bajo el brazo. Los cruceros eran su pasión y fue precisamente en uno de esos viajes cuando fallecía. Era el 18 de enero de 1993, cuando se encontraba a bordo de un barco que partía de Atenas rumbo a Port Said.
Eleanor, Jean, Victoria o Phillipa, legó a los amantes de la lectura una extensa obra literaria romántica, gótica e histórica que a día de hoy continúa reeditándose en muchos lugares del mundo y enganchando a nuevos lectores.