Hoy tengo una enorme sensación de tristeza. De esas que sientes cuando terminas de ver el último capítulo de la serie en turno y te deja como yonki con necesidad de otro chute. De esas tristezas que inundan tú ser cuando regresas de un viaje, desempacas la ropa sucia y te sientas al borde de la cama pensando en todo lo que viviste. De esas que te llenan irónicamente de un vacío tremendo al terminar de leer un libro, porque simplemente quieres más. Quieres seguir leyendo las historias, ser la protagonista y seguir proyectando tú vida en una ficción real.
Eso es justo lo que me pasa. Quiero más.
Hace un año y medio, cuando yo era una madre primeriza con un retoño que no dormía más que lo justito, otra amiga recién parida y expatriada me etiquetó en facebook un post de un blog. Y me reí y lloré a partes iguales. Una madre expatriada en un mierdapueblo.
Me leí el blog entero en dos días. Le escribí por correo y sentí que había salido el sol en mi vida. Y así fue.
Gracias a “Una mamá española en Alemania” comenzó la campaña #Ponunblogentuvida y su sarcasmo, sus historias, sus vivencias y su maternidad expatriada me hicieron darle sentido a la mía.
Y si, fue ella la culpable de que que abriera mi desmadre (creo que no lo había dicho en público porque lo guardaba como mi tesoro).
Diario picaba el botón para ver si había actualizado, comentaba en sus posts, respondía sus twits. Ya saben todas esas cosas que dan ternurita, pero que a uno le sirven en la vida de madre primeriza expatriada para no sentirse sola. Incluso estando en el hospital cuando a Semenator le dolía el pecho y nos llevamos un sustaco, nos hizo reír con sus FAQ a partes iguales a mi, a Semenator ¡y al doctor de urgencias!
Hoy siento tristeza porque no sólo acabé su blog si no que hoy he terminado de leer su libro. Algunas personas creerán que es lo mismo pero se equivocan tremendamente.
La Alemana (que en realidad es española para los que no son de éste mundillo) hace una “teología de la liberación” de la maternidad respondiendo a la cuestión de “¿Cómo conseguir que la maternidad no sea alienante sino liberadora?“. A través de su sarcasmo, de la risa como terapia y de la escritura como vía, Fátima se consolida no como blogger si no como GRAN escritora de verdades a puñados.
El mundo 2.0 brinda la oportunidad de tener conversaciones, llegar a conocer a personas íntimamente sin siquiera haberles visto la cara.
Sólo algunos bloggers, los mejores, logran traspasar la barrera de lo cibernético siendo inmortalizados en papel permitiendo el eterno retorno a una buena lectura.
Tener el libro de “Una mamá española en Alemania” en las manos te permite mantener un monólogo íntimo que nace del diálogo virtual dándonos rienda suelta a la imaginación para apropiarnos completamente de su filosofía, de sus términos, de sus jocosas historias y de una maternidad fantasiosamente real.
Si les gusta viajar con polluelen, si están pensando en abandonar el barco ibérico y emigrar hacia Alemania, si viven expatriadas en un mierdapueblo, si quieren explicarle a su hijo mayor de qué huevito salió el tercer hijo si papá sólo tiene dos y si quieren imaginarse a Bardem con “faldas y a lo loco” sólo compren el libro de “Una Mamá Española en Alemania” que ni de koñen lo sorteo porque es ¡MI TESORO!