Gracias por estar ahí y haber podido disfrutar de ti tantos años, gracias por haber enseñado valores fundamentales para crecer como personas: el amor y la unidad familiar, la capacidad para levantarse y superar las adversidades o el poder de una sonrisa...
Has vivido 94 años llenos de experiencias y has luchado con gran fuerza para seguir aquí hasta el último momento... y sigues luchando porque no te has ido, estás en mi corazón, en ese huequecito reservado especialmente para vosotros, junto a mi querido yayo Paco (tu amado marido)
...y junto a mis queridos yayos Araceli y Tomás
Pequeña pero grande, pequeña pero con genio y gran energía, pequeña pero llena de amor y sabiduría...Toda tu energía ahora brilla con la fuerza que te caracteriza, eres una estrella más que me guía y me protege, Te quiero.S.