Una estrella para mi pequeña flor

Por 1maternidad_diferente
Quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Quien tiene una tribu virtual, nunca se sentirá sola. En estos momentos tan complicados de mi vida me he sentido acompañada constantemente por mi tribu virtual, mis amigas que están siempre cerca aunque nos separen cientos de kilómetros o aunque nos veamos solo un par de veces al año.

La tristeza constante que me acompaña estos días no es algo de lo que me apetezca hablar, pero aún así ellas me mandan sus mensajes de cariño y empatía constantemente. Saber que están al otro lado, que me entienden, que quieren a mi pequeña flor como si fuera suya, que me acompañan sin cuestionar y que siempre apoyarán mis decisiones me da fortaleza para enfrentarme a la dura tarea de sobrevivir al día a día.
Ayer me sorprendieron con un regalo que me llegó al alma y me emocionó profundamente. Me regalaron una estrella para mi pequeña flor, un lugar al que mirar al cielo para tener siempre presente un recordar a esta bebita que todavía me acompaña. Una estrella que nos ilumine cuando ella ya se haya marchado y que nos recuerde todo el amor que sembró y cosechó durante su inevitablemente breve presencia.
Una estrella que es todavía más significativa si cabe, porque ayer, precisamente, y antes de saber nada de este regalo que nos enviaban, publicaba esta cita de El Principito:
Si alguien ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas. Se dice: "Mi flor está allí, en alguna parte..."
Y ellas me dieron precisamente ese regalo, una estrella para mi pequeña flor. Para que podamos mirar
 al cielo nocturno y saber que ella está allí, en alguna parte.
Gracias Suu, por ser esa banda sonora que acompaña mis días con constantes pitidos de whasapp, dándome los buenos días, animándome y estando siempre ahí para mi.
Gracias LadyA, porque tú fuiste mi inspiración y sigues siendo un punto de referencia. Porque me encanta hablar y debatir contigo y por tu espíritu amable, franco, directo y sincero.
Gracias TetaReina, por tu sensibilidad y simpatía, porque tu sentido del humor es solo la primera y agradable capa de todo lo que hay debajo, por ser una mujer luchadora y amable y muuuy dulce.
Gracias Belen, por tener siempre una palabra de consuelo, por estar siempre disponible, por sentirme menos sola en un camino en el que tú has hecho senda al andar.
Gracias Mousikh, porque siempre te imagino con una sonrisa, porque me encanta tu avatar tuitero y porque creo que has aportado mucho al mundo de la blogosfera y a mi mundo particular.
Gracias Mischicosyyo, por tener siempre una sonrisa lista que ilumina tu cara desde los ojos. Por ser una presencia siempre constante y siempre tener una palabra de aliento.
Gracias Laky, por estar ahí, por ser constante amiga y compañera.
Gracias Estanjana, por saber escuchar en el directo y por encontrar siempre palabras de apoyo y ánimo en la distancia.
Gracias Leia Organa, por hacerme tita honoraria y babeante de tu Pequeño Jedi y por tener siempre las puertas abiertas de tu casa y de tu alma para los que buscamos un poco de consuelo.
Gracias Mamá Koala, por tu sensibilidad desbordante y por estar construyendo una gran familia que da gusto acompañar.
Gracias Mamáde Julio, por estar ahí, siempre pendiente, cercana, amable y cariñosa mamá y amiga.
Gracias Mamá de dos brujas, porque tu hogar desborda magia y simpatía y por eso siempre la derrocháis a raudales. Bruja y brujitas buenas de las que siempre hacen mucha falta.
Gracias a Treintañera con hijos, por ser compañera y maestra en muchos caminos y por haber compartido en familia momentos entrañables e irrepetibles.
Y un recuerdo especial también a London, que está viviendo su propio infierno particular por no poder aliviar el sufrimiento de su princesa. Espero que pronto veáis la luz al final del túnel.