¿Lo reconocen?, El tío es alto de narices, guapo y con una percha que le llevó a alcanzar la fama de Hollywood, sí señor@s es Anthony Quinn...
El tipo va como Pedro por su casa, con sus zapatos brillantes como el azabache y una sonrisa del que no ha roto un plato, si amig@s, este personaje era el carisma personificado.
Estábamos en 1962 y el buen hombre posiblemente viniera de vuelta al hotel después de cargarse un pionono de Ochoa, y lo hace a través de la Calle Rioja...
El entorno ha cambiado bastante pues tres cuartas partes de los edificios que aparecen en la imagen han sido derribado y suplidos por esos mamotretos de los 70...
Definitivamente la fotografía tiene un encanto especial y seguro que muchos de los allí presentes tuvieron material para contar batallitas en las futuras reuniones de bar...
Le he cogido el gustillo a esto de los personajes, a ver si en breve preparo algo sobre un señor que según cuentan, murió con el nombre de Sevilla tatuado en su brazo.