Una Europa Sin Cambio De Hora

Publicado el 01 septiembre 2018 por Carlosgu82

Pensar en una Europa sin cambio de hora me hace feliz. Temo los cambios de hora. Temo las semanas de desorientación después de adelantar una hora o atrasarla. Llevo haciéndolo toda mi vida y todavía no he conseguido acostumbrar mi cuerpo a esta alteración que han inventado los políticos en su día.

En estos días los políticos andan penando en dejarnos la hora sin cambiar. ¿Lo harán? A mí me que dejen este horario de verano. Pero no pido nada porque con los políticos no te puedes hacer ilusiones. Mucho me tempo que vendrá octubre con su cambio de hora; atrasarán la hora y meterán la noche desde las seis de la tarde. Noche, invierno, lluvia, frío y mi cabeza y el resto de mi cuerpo intentando asimilar una vez más que el reloj se ha movido a las órdenes de los políticos que se dedican a fastidiarnos las vidas a las ciudadanas y ciudadanos.

Una Europa sin cambio de hora es posible. Lo que no es posible es que estemos todos contentos. En las redes sociales está abierto el debate con opiniones para todos los gustos. Hay gente que quiere horario de verano, otros quieren horario de invierno, los hay incluso que quieren seguir atrasando y adelantando una hora los relojes en función del invierno o el verano. Se ahorra electricidad, dicen. Sería en otros tiempos. Ahora siempre gastamos corriente eléctrica: en invierno para calentarnos y alumbrar y en verano para refrescarnos con los aires acondicionados. Luz en verano no se necesita mucha porque el día se alarga hasta casi las once de la noche. Se acaba el día y el cuerpo te pide cama.