¡Una explicación quiero!

Por Siempreenmedio @Siempreblog

29 junio 2013 por cuinpar

A mí, sinceramente, lo que me irrita de todo esto (entiéndase “esto” como la crisis, la corrupción y todo lo demás), es que encima no les cuesta ni trabajo. No hablo ya de penas de cárcel, de inhabilitación, o de devolver la pasta que se roba,  no, ya he perdido la poca esperanza que tenía. A mí lo que realmente me revienta es que no tengan que currárselo ni un poco. ¡Si hasta yo planeaba mis escapadas de adolescente con más esmero! También es verdad que puede que no fuera porque tengo más vergüenza que ellos, sino porque sabía que a mí no me iba a indultar ni cristo, y que la inhabilitación podía ser en sentido literal. Pero estos señores… ¿ustedes los han visto? Privatizan la sanidad a favor de las empresas de las que ellos mismos son consejeros, mueven la pasta en bancos suizos como el que la cambia de lado en el colchón, alardean de contactos típicos de la camorra en la policía y los estamentos judiciales… Y no pasa nada. El país de Jauja, vamos. Lo peor, insisto, no es que roben (así de acostumbrados estamos ya y en ese punto de indolencia nos movemos). Lo peor es que cuando la cosa es ya muy evidente y a alguien le da por preguntar, ni siquiera se molestan en buscar una explicación medianamente convincente. Quiero pensar que es porque usan las explicaciones como bombas de humo, para distraernos del trasfondo. Y quiero pensar esto, justamente, por no pensar que directamente se la come lo que podamos pensar, porque saben que no podemos hacer nada, que muchos ni siquiera levantaremos el culo del sillón, que lo más que vamos a hacer es a compartir una fotito en Facebook, coleccionar “me gustas” o escribir un articulillo de medio pelo en un blog colectivo. Si no, no se entiende la desfachatez de Montoro con la excusa del DNI de la Infanta. Y de tantos otros, empezando por la Secretaria General del Partido Popular y el propio Presidente del Gobierno, la primera con los famosos pagos aplazados en diferido y el segundo… bueno, el segundo ya tal.

vamos, mariano, sal a explicar, que tú lo haces fenomenal