Hace unas semanas viví una aventura que no esperaba y que me ha traído vivencias que no olvidaré.Resulta que en mi centro estamos comenzando a trabajar para hacer inmersiones e intercambios con una localidad francesa. El año pasado nos visitaron personas de allí (alumnado, profesorado, personas de asociaciones e incluso su alcaldesa) y este año, una comisión del pueblo en que vivo tenía que devolver la visita. Entre las personas que fueron, fuimos tres profesores y la verdad es que la experiencia fue preciosa. Te cuento.
¡Vamos al lío!
1. Die: la localidad y su enclave.
Die es una localidad pequeña, de unos 4.000 habitantes, en la zona alpina de Francia. Esto hace que el clima sea fresco y húmedo y que la naturaleza sea maravillosamente verde. A pesar de ser de montaña, no está a mucha altitud (Cádiar, donde yo vivo, está casi a 1000 m. y Die apenas a unos 400).Los paisajes son...de cuento.
2. Actividades y la vida en el pueblo.
El simple hecho de dar un paseo por el pueblo es ya una delicia porque te rodea el paisaje que te comentaba en el punto anterior y además, las calles son muy bonitas y llenas de rincones cuidados.
En Die se incentiva mucho el comercio y consumo local y es por eso que en vez de franquicias, encuentras tiendas con mucho encanto y con productos propios de temporada y de la zona. Te dejo unas fotos del mercado que celebran los sábados y que atrae a muchas personas de otras localidades vecinas:
3.Gastronomía:
Otro detalle que me encantó es que su gastronomía es muy, muy rica en verduras. También queso - que has visto ya en el mercado - y obviamente, carne y pescado pero siempre abundan los platos vegetarianos en cualquiera de sus restaurantes o sitios para picar. ¡Y mira qué presentaciones!
Otro detalle que me encantó fue lo acogedoras que son todas las personas que conocí, a las que rápidamente tomamos mucho cariño por su dulzura y cercanía ♥