Para muchos será demasiado simple, para otros inexpresiva, algunos dirán que es facilona y otros la tacharán de estúpida, habrá quien opine que es pobre, burda, ordinaria… Ya sabemos que el “Libro de los Gustos” está en blanco y no será precisamente esta fotografía la primera en aparecer en él, pero creo que casi todos estaremos de acuerdo en que es una imagen simple a primera vista: una farola y tres rayitas (tres aviones) sobre un cielo azul, con una ligera bruma blanca en la parte de abajo de la imagen, eso es todo.
Pero la cosa cambiaría si hiciéramos un zoom inmenso hacia esas tres rayitas, porque podríamos ver con mucha mayor claridad que cada avión lleva unas 200 personas a bordo y ninguna de ellas tiene ni idea de que está siendo fotografiada. Solo la tecnología nos impide hacer ese zoom. Si pudiéramos hacerlo, veríamos cómo lo que era una imagen simple se convierte en algo mucho más complejo.
Claro que no por eso nos gustaría más la foto. Seguramente haya mucha gente a la que le guste así, tal cual está, sin imaginar nada, precisamente por su simplicidad, por su composición y por su mínimo dinamismo. A mí me gusta por las dos cosas. Porque es simple a primera vista y porque sé que hay unas 600 personas en esa foto, que son unas 600 cabezas, unos 1200 ojos y unos 12000 dedos, entre otras cosas. No siempre se encuentran contrastes tan marcados y en este caso lo hay, aunque haya que imaginar un poco, aunque tenga que irme por las ramas y parezca una idea cogida por los pelos, nadie me puede negar que existe ese contraste. Y además yo sé que en el momento del disparo, el fotógrafo era plenamente consciente de la simplicidad visual y de la complejidad de fondo de la imagen que estaba creando. Sutil, sí, pero real.